ANDALUCÍA: Recomendaciones del Defensor del Pueblo Andaluz a las Urgencias Hospitalarias

En enero de 2015 se publicó el resultado del Estudio Conjunto sobre las Urgencias Hospitalarias realizado por todas las Defensorías del Pueblo de España. En dicho Estudio, partiendo de un análisis pormenorizado de la situación actual de los servicios de urgencia hospitalaria en España, se incluían una serie de conclusiones sobre sus debilidades y fortalezas, y se propugnaban diversas medidas para mejorar el servicio prestado por los mismos y adecuarlos a las necesidades reales de la población.

El Defensor del Pueblo Andaluz, que colaboró de forma destacada en la elaboración de dicho Estudio, traslada ahora a la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía un conjunto deRecomendaciones extraídas de dicho Estudio Conjunto y especialmente adaptadas a la realidad de los servicios de urgencia hospitalarios existentes en Andalucía.

RECOMENDACIÓN 1.- Evaluar el mapa de los servicios de urgencia extrahospitalarios, potenciando su estructura material y de recursos humanos y ampliando el número de centros con actividad 24 horas al día, cuando así se derive del estudio efectuado. En el marco de esta evaluación, formalizar protocolos conjuntos de derivación y atención a la patología urgente en los diferentes niveles asistenciales y ejecutar programas de información que estimulen la utilización de los servicios de urgencia del ámbito de atención primaria en supuestos de carácter menos grave.

RECOMENDACIÓN 2.- Utilizar en la planificación y ejecución de obras en los servicios hospitalarios de urgencia, los estándares de diseño arquitectónico y funcional nacionales e internacionales con un mayor nivel de consenso. Garantizar la participación de los profesionales de urgencias y de los pacientes en dichos procesos.

RECOMENDACIÓN 3.- Garantizar la dotación suficiente de las plantillas, en todos los turnos y días de la semana, tanto de médicos de urgencia, al margen de la actividad asistencial que puedan realizar los médicos internos residentes, como de procesionales de enfermería con experiencia y de trabajo social.

RECOMENDACIÓN 4.- Realizar auditorías de estructura y funcionamiento enfocadas a la salvaguarda de la autonomía de la voluntad y la dignidad e intimidad de los pacientes y las necesidades específicas de cada grupo especial de éstos (menores de edad, personas con discapacidad, personas en custodia, etc.). Impulsar programas de formación continuada y la participación de los Comités de Ética Asistencial sobre la autonomía de la voluntad de las personas y la dignidad e intimidad de los pacientes.

RECOMENDACIÓN 5.- Agilizar la salida de los pacientes de los servicios de urgencia una vez finalizada su atención, no solo a través del establecimiento de prioridades orientadas a la optimización de la gestión de camas, sino también mediante la planificación de medidas alternativas a la hospitalización convencional. Incorporar a estos efectos el criterio de los servicios de urgencia y sus previsiones en cuanto a demanda asistencial.

RECOMENDACIÓN 6.- Evaluar la elevada frecuentación en los servicios hospitalarios de urgencia mediante la definición de perfiles de pacientes con enfermedades crónicas pluripatológicas no agudizadas y otros colectivos vulnerables que hacen mayor uso de los mismos, con el fin de adoptar medidas para reconducir su atención hacia otros ámbitos sanitarios más idóneos.

RECOMENDACIÓN 7.- Priorizar la atención y facilitar el acompañamiento por familiares o allegados de personas en situación de fragilidad en los servicios de urgencia, especialmente menores de edad, mayores con déficit cognitivo y personas con enfermedad mental o grave discapacidad. Dotar a las plantillas de los servicios de urgencia de profesionales con formación específica en la atención y el trato asistencial.

RECOMENDACIÓN 8.- Elaborar protocolos de atención en los servicios de urgencia de personas en situación de riesgo social, que hagan hincapié en la atención de sus problemas de salud y aseguren la continuidad asistencial hasta la recuperación o mejora de sus patologías.

RECOMENDACIÓN 9.- Considerar específicamente el proceso asistencial que se desarrolla en los servicios de urgencia de los hospitales dentro de la Estrategia de Seguridad, e impulsar la periódica actualización de los protocolos o guías clínicas de aplicación en los servicios de urgencia, evaluando regularmente la adherencia de los profesionales a estos instrumentos.

RECOMENDACIÓN 10.- Establecer la obligatoriedad de que los servicios de urgencia de los hospitales deban someterse a procesos de acreditación de calidad o, al menos, introducir medidas que incentiven tal objetivo; así como incorporar la opinión de los pacientes a través de sus representantes en estos procedimientos.

RECOMENDACIÓN 11.- Adaptar los procedimientos de gestión y resolución de las reclamaciones y sugerencias para incorporar la participación de los pacientes y de los profesionales implicados, eliminar las fórmulas estandarizadas de respuesta y promover el uso de un lenguaje más comprensible para el ciudadano medio.

 

 

FUENTE: Defensor del Pueblo Andaluz