ANDALUCÍA: Comunicado de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz ante la Carta Encíclica Laudato Si del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común

La Carta Encíclica del Papa Francisco “Laudato Si (Alabado Seas), sobre cuidado de la casa común”, reconoce la incidencia de la actividad del ser humano en el cambio climático y pide, para combatirlo, un cambio en el estilo de vida, de producción y de consumo de la humanidad. Esa nueva actitud que reclama la sitúa en el plano de la ética.

En relación con el contenido de esta Encíclica, la Oficina del DPA desea manifestar que, efectivamente, a nuestro juicio y con independencia de las causas naturales que inciden en los cambios climáticos, cada vez ha tomado más peso y se ofrecen mayores certezas, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, IPCC, más del 95% de los científicos coinciden acerca de que la actividad humana (causas antropogénicas) tiene una incidencia extraordinaria en lo que se ha dado en llamar el calentamiento global de nuestro planeta.

Sin lugar a dudas, por ello la Encíclica del Papa Francisco manifiesta que “La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilo de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan”.

ANDALUCIA

Así las cosas y dadas las consecuencias, extraordinariamente graves que ese calentamiento está produciendo ya, y que va a provocar en el futuro, es urgente que en las agendas públicas se incluyan medidas tendentes a paliar sus efectos, siendo la fundamental, aunque por supuesto no la única, apostar por modelos de producción y consumo energético, movilidad y desarrollo económico, que hagan disminuir el consumo de energías mejorando su eficiencia, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y promover las energías renovables.

A esta estrategia responde la apuesta 20/20/20 de la Unión Europea y diversas iniciativas que, a nivel nacional y local, se han puesto en marcha. Asimismo, creemos que es muy necesario que los gobernantes, en sus distintos ámbitos territoriales, asuman, con rigor, las medidas que el IPCC ha propuesto para que sean adoptadas por los responsables de las políticas públicas.

Como se dice en la Encíclica del Papa Francisco “Por eso se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable”.

La Institución no sólo comparte esa preocupación y la necesidad de dar respuestas como las que se proponen en el IPCC 2014, sino que, en nuestro trabajo cotidiano, hemos realizado diversas iniciativas con esa finalidad.

En este contexto, recientemente hemos presentado al Parlamento de Andalucía el Informe Especial Seguridad, Accesibilidad y Calidad Ambiental en los Espacios Urbanos Peatonales de las Ciudades Andaluzas, pendiente a esta fecha de debate en la Comisión correspondiente, en el que, entre otros aspectos que afectan a la calidad de vida de los residentes en nuestras ciudades, planteamos la cuestión ambiental y la necesidad de apostar, decididamente, por modelos de movilidad sostenibles que, entre otros factores beneficiosos para la población, disminuyan la emisión de dióxido de carbono, principal causante del efecto invernadero.

Y es que, creemos, que uno de los mayores retos que, sin duda, actualmente tiene la humanidad es proteger el medio ambiente que, como manifiesta la Encíclica, “es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos”.

Desde esta Institución, en aras a que se asuma el compromiso por la sostenibilidad que se deriva de nuestro Estatuto de Autonomía según diversos preceptos de su articulado y que, justamente por ese motivo, debe convertirse en uno de los ejes de la acción pública autonómica, hemos iniciado diversas actuaciones de oficio y vamos a continuar actuando en el futuro.

Así, con esa finalidad, hemos reclamado un giro drástico en los modelos de planeamiento urbanístico que evite el alto consumo de suelo y de consumo de energía, como exige la denominada “ciudad dispersa”; estamos realizando un seguimiento exhaustivo del cumplimiento del objetivo del vertido “cero”, de acuerdo con al Directiva Marco del Agua; también estamos interviniendo en distintas cuestiones relacionadas con el deposito, tratamiento, reciclaje y reutilización de residuos sólidos; actuamos, tanto a instancia de parte como de oficio, en cuestiones relacionadas con la contaminación atmosférica y acústica; hemos pedido un cambio de rumbo en las políticas de movilidad y, en general, demandado el impulso hacia un cambio del modelo productivo. En definitiva, desde esta Institución lo que estamos demandado es una serie de iniciativas para que el compromiso de sostenibilidad, contemplado en una amplia legislación sectorial y en el discurso político, se transforme en una acción coordinada de las administraciones publicas y de la sociedad.

Se trata de un reto que hay que afrontar de manera urgente y eficaz y con el que esta Institución va a estar plenamente comprometida.

FUENTE: El Defensor del Pueblo Andaluz