La familia es el primer espacio donde debe fomentarse la libertad de todos sus miembros, estableciendo límites a través de los valores.
Para no caer en el libertinaje y dañar a terceras personas, se requiere ejercer la libertad como una premisa fundamental necesaria para una convivencia social sana, en la cual, la práctica de valores permita disfrutar este derecho de manera adecuada, afirmó Gerardo Cisneros Basurto, Subdirector de Enlace y Vinculación de la Defensoría de Habitantes de la entidad.
Así, ejercer la libertad no significa que las personas puedan hacer lo que quieran sin ninguna restricción o cuando a cualquiera convenga, sino que el disfrute de la libertad debe realizarse sin afectar a otras personas, ya que de lo contrario se corre el riesgo de caer en conductas de libertinaje, mencionó.
Agregó que es en la familia donde se debe promover y respetar la libertad de cada uno de sus miembros, pero también hay que poner límites, y son justamente los valores los que marcan hasta donde se puede llegar sin vulnerar los derechos de terceros.
Cisneros Basurto detalló que los valores, así como la libertad son elementos fundamentales en la convivencia social, pues permiten a las personas vivir en armonía con sus semejantes.Asimismo, subrayó la importancia de practicar los valores, pero sobre todo poner el ejemplo, ser congruentes y demostrar que sí es posible vivir en una sociedad armónica, respetando las diferencias y ejerciendo la libertad de forma responsable.
“Poner el ejemplo, es la mejor manera de educar, hay que ser congruentes con lo que se dice y lo que se hace; poniendo el ejemplo se hará conciencia, sobre todo entre las nuevas generaciones”, concluyó.
FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México