HONDURAS: El agua, derecho humano

Honduras tiene una oferta global de aguas superficiales y subterráneas que es potencialmente apropiada para que todas y todos los hondureños y familias tengamos la calidad de vida saludable que merecemos y fomentemos la producción, productividad y el crecimiento económico sustentable de nuestro país.

Sin embargo, el aprovechamiento de esas aguas con esos fines no lo hemos logrado por la falta de sensibilización social, organización y capacitación, con la meta de conservar las fuentes naturales y desarrollar la infraestructura de captación y distribución para usos múltiples de las comunidades. Los problemas con la preservación de las fuentes de agua están estrechamente relacionados con el estado de conservación de los ecosistemas forestales y la biodiversidad. De acuerdo al último mapa forestal el 48% de la superficie terrestre del país está cubierta por bosques, existiendo una fuerte presión para siembra de cultivos agrícolas o actividades ganaderas sobre las áreas de protección, especialmente sobre las microcuencas en la mayor parte del territorio.

Por lo que es preciso superar las malas prácticas en el uso del agua, prevenir las talas ilegales y los incendios forestales, y asegurar una mejor planificación para actividades de desarrollo que, respetando el derecho al agua de los habitantes, contribuyan al crecimiento económico inclusivo de Honduras.

El mal aprovechamiento y la deficiente distribución repercute en la seguridad sanitaria de la población y tiene incidencia significativa en enfermedades de origen hídrico que han hecho presa de grandes segmentos del pueblo, con especial impacto sobre la mortalidad infantil, pues aún carecemos de una adecuada calidad y suministro continuo de servicio de agua potable y la cobertura es insuficiente y discriminatoria en la atención de las necesidades de las familias, en especial de los sectores más desfavorecidos o vulnerados.

Frente a esa situación, es preciso impulsar prontas decisiones gubernamentales, con el apoyo de la población, para que todas y todos los hondureños, sin discriminación, tengamos acceso al agua en calidad, cantidad y suministro continuado y suficiente para nuestro consumo humano y de nuestras familias. En el país se conocen ejemplos de comunidades y grupos locales que se han organizado y logrado esta meta de valor indiscutible para la vida. Ese acceso y suministro es responsabilidad del Estado hondureño, gobierno y pueblo aportando en conjunto al cumplimiento debido del derecho humano al agua que tiene cada persona sin discriminación alguna.

FUENTE: Comisión Nacional de los Derechos Humanos de la República de Honduras