EL SALVADOR: Día Mundial de la salud 2012

Cada 7 de Abril se celebra «El Día Mundial de la Salud», todos los años la Organización Mundial de la Salud (OMS), elige en esta fecha un tema sanitario importante y solicita a todas las personas en el mundo, cualquiera que sea su edad o procedencia, que celebren actos que destaquen la importancia del tema para la salud y el bienestar, por ello el lema para este año es: «El Envejecimiento Saludable y la Salud de las Personas Mayores», por lo que la OMS invita a todos y todas a reflexionar sobre el tipo de sociedad deseable y a examinar las políticas y las medidas que necesitamos poner en marcha para adelantarnos al envejecimiento de la población, privilegiando ante todo la salud.

El Día Mundial de la Salud 2012, destaca que la buena salud a lo largo de la vida puede añadir vida a los años, de manera que los hombres y mujeres de edad avanzada no solo vivan más tiempo, sino que además lleven una vida productiva en todos los niveles de la sociedad.

Las transformaciones demográficas que han ocurrido en El Salvador, y en particular el proceso de envejecimiento de la población, tiene un importante impacto y un desafío a las instituciones oferentes de servicios de salud, porque estas tienen que adaptar dichos servicios a las necesidades específicas de los diferentes segmentos de la población, con el objetivo de satisfacer los distintos requerimientos que esta demanda.

Es por lo anterior, que gozar de buena salud es fundamental para que las personas adultas mayores mantengan su independencia y puedan tener un lugar en la vida familiar y en su comunidad. Cuidar la salud a lo largo de la vida y prevenir la enfermedad puede evitar o retrasar la aparición de enfermedades crónicas y no transmisibles, como las cardiopatías, la hipertensión y el cáncer.

En atención a lo anterior, como Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, siempre hemos señalado con marcada insistencia, lo mucho que aún queda por hacer en materia de salud a nivel nacional, con miras a lograr una atención adecuada que garantice el derecho a la salud de la población en general, especialmente en lo referente a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad como es la población adulta mayor. Se ha podido observar, que a pesar de los esfuerzos gubernamentales por mejorar la cobertura de la salud en nuestro país, siempre se mantienen delicados problemas que hacen difícil para la población salvadoreña el acceso a este derecho fundamental.

En ese contexto, se ha señalado con especial preocupación, el elevado nivel de los precios de los medicamentos y el desabastecimiento de determinadas medicinas en el sistema de salud, las citas médicas prolongadas con los especialistas, las quejas por negligencias médicas, la falta de personal médico gerontogeriátrico, el tipo, calidad y calidez de los servicios de salud y el limitado financiamiento en salud, entre los principales aspectos de la problemática general. Ello también ha generado la necesidad de desarrollar estudios que permitan aproximarse a la evolución del gasto público en salud desde una perspectiva de los distintos grupos de edad para entender mejor la situación que se refiere a la población adulta mayor y que permita establecer la infraestructura disponible en el sector salud para atender a este sector de la población, considerando la cobertura geográfica de la oferta de los servicios de salud, asimismo, la necesidad de estudios que permitan profundizar el conocimiento sobre el perfil epidemiológico de las población adulta mayor en el sistema de salud, con el fin de construir políticas públicas dirigidas al envejecimiento saludable y activo.

Sobre la misma situación, el Informe sobre Desarrollo Humano El Salvador 2010, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), establece que el país deberá prepararse para contar con un plan concreto de atención a las enfermedades crónicas no transmisibles, que son las que más afectan a los grupos de mayor edad. Este plan representaría un pilar para el aseguramiento de una vejez más saludable, digna y menos costosa para El Salvador.

Por lo antes expuesto, esta Procuraduría recuerda el deber del Estado salvadoreño, de garantizar y respetar los derechos humanos, ya que nuestra Constitución precisamente señala en el artículo 1, la obligación del Estado de «asegurar a los habitantes de la república, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar económico y la justicia social». Así también el artículo 65 que «La salud de los habitantes de la República constituye un bien público.» y que «El Estado y las personas están obligados a velar por su conservación y restablecimiento». Los artículos 10 y 11 de la Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor establecen además que «Las personas adultas mayores gozarán de una atención médica integral gratuita en las instituciones públicas» y que «Los servicios médicos de las instituciones públicas y municipales, deberán contar con atención Geronto-Geriátrica».

En virtud del amplio mandato que como Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, me ha sido delegado a través del artículo 194.I de la Constitución, que se sustenta en mi atribución esencial de velar por el respeto y garantía de los derechos humanos, al igual que proponer las medidas que estime necesarias en orden a prevenir violaciones a los Derechos Humanos; en el marco de la conmemoración del Día Mundial de Salud, la ocasión es propicia para hacer un llamado a las autoridades del Sistema de Salud, sobre la urgente necesidad de dirigir políticas públicas y programas de salud enfocadas en el envejecimiento saludable, con adecuadas inversiones sociales y de salud con lo cual pueda lograrse no solo una longevidad sana y activa, sino además eliminar el estereotipo de que la población adulta mayor representa una carga económica para el desarrollo del país, por lo que es necesario proporcionar un acceso equitativo a los programas e intervenciones eficaces de salud a toda la población, desde las edades tempranas.

Frente a este panorama, como Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, recomiendo a las Autoridades del Sistema de Salud, lo siguiente:

Que se respeten los Principios de las Naciones Unidas en favor de las Personas de Edad (independencia, participación, cuidados, autorrealización y dignidad) como fundamento de las políticas públicas asociadas al envejecimiento y la salud, y la necesidad de incluir a las personas adultas mayores en su diseño y aplicación de estas políticas.

Que se adopten políticas, estrategias, planes y programas nacionales que aumenten el acceso de las personas adultas mayores a programas y servicios de salud adaptados a sus necesidades, incluyendo especialmente programas de promoción y prevención basados en la atención primaria de salud y que favorezcan el desarrollo de estrategias que integren conductas personales y ambientales saludables para alcanzar un envejecimiento activo durante todo el ciclo de vida, con la participación de toda la sociedad, la familia y las propias personas mayores.

Que se apliquen medidas dirigidas a mejorar la calidad de atención en salud de la población adulta mayor institucionalizada, para dar cumplimiento a una función rehabilitadora, contando con los medios materiales y personales adecuados para hacer efectivo el cumplimiento de esta función.

Que se diseñe una política que favorezca la formación de personal médico y paramédico especializados en Geriatría y Gerontología, y prever la creación de las estructuras asistenciales necesarias para atender a las personas adultas mayores. Que se promueva el desarrollo de investigaciones que permitan un mejor conocimiento del impacto del envejecimiento en los sistemas de salud.

Que se formulen y se ejecuten estrategias para la capacitación continua en salud y envejecimiento de profesionales y trabajadores de la salud de los diferentes niveles de atención, entre otros los servicios de cuidados a largo plazo.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud, expreso la necesidad que los sectores estatales y no estatales realicemos las acciones correspondientes a fin de garantizar un envejecimiento saludable a la población salvadoreña y una atención integral en salud para las personas adultas mayores, todo ello inscrito en esfuerzos gubernamentales que deben impulsarse para el diseño e implementación de políticas públicas encaminadas a superar progresivamente las diferentes carencias que por muchos años han persistido en el Sistema de Salud en El Salvador.

FUENTE: Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador