HONDURAS: Falta de comida sigue cobrando víctimas en cada hondureño desnutrido

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, cuestionó la “sordera” de quienes gobiernan el país y advirtió que la falta de comida continúa cobrando víctimas en cada uno de los hondureños desnutridos   y de los excluidos por la sociedad, que no tienen ni para calmar los calambres estomacales del hambre.

“Lo que está a la vista no quiere anteojos” señaló Custodio,  ya que la pobreza, está en todas partes principalmente junto al hambre y en cada hondureño desempleado. Agregó que los gobiernos nos han enseñado que subir simultáneamente todos los precios de los productos, es el medio más eficaz para empobrecer aún más al pueblo.

Aseguró que la constante alza a los combustibles -en un país como Honduras- empobrece más a los pobres porque son los que tienen menos para comer y eso agudiza la pobreza y la miseria. Agregó que si un gobernante no lo ve así es necesario mandarlo donde el oculista para que le ponga los anteojos de la realidad.

Con una población aproximada de 8 millones de habitantes, en Honduras alrededor de 8 de cada diez hondureños viven en condición de pobreza mientras que cinco en una situación de miseria. No son tiempos buenos para los derechos humanos, dijo Custodio, porque  una cosa son los discursos oficiales y otra cosa es la pobreza de los que ni siquiera tienen derecho a sentir hambre porque no pueden comer , mientras que sus niños juegan en basureros, compiten con las aves de rapiña por la  poca comida que queda en esa basura.

Señaló que en lugar de tener una Honduras con personas normales y felices, con barrigas llenas y corazones contentos, tenemos gente con hambre. El hambre, explicó, es una necesidad insatisfecha de comida, que nada tiene que ver con el apetito, aceptado como el deseo de comer lo que a un saciado se le antoja.

Declaró que cada estómago vacío de comida, debe ser un aldabonazo en la conciencia de cada uno de los que escogemos lo que queremos comer. “Los pobres y hambrientos ya ni se quejan, porque la queja aumenta el hambre y  molesta a los sordos”, apuntó. “Ahora viene a mi mente el técnico nefando que le dio el tiro de gracia a la reforma agraria y recomendó que los silos del Estado fueran rentados a personas privadas”, recordó.

Agregó que esas personas ahora son dueñas absolutas del mercado de los granos básicos y han hecho del maíz y de los frijoles artículos suntuarios, porque sus precios siempre andan por las  nubes.

Sepamos que ahora el Estado no tiene reservas estratégicas, porque alquiló los silos donados y construidos por gobiernos amigos, a quienes los arriendan y hacen clavos de oro con el hambre de los pobres de este pobre pueblo, indicó.     

Custodio expresó su preocupación por la crisis alimentaria que se vive en Honduras por lo que instó al gobierno a implementar -de urgencia- medidas, políticas y acciones públicas para atender la seguridad alimentaria y promover mejores condiciones de vida para los hondureños.

Se estima que en muchas comunidades rurales del país, el ingreso promedio  de las mujeres jefas de hogar es de aproximadamente 1,982 lempiras  mensuales ($.105) situación que apenas se incrementa a 2,187 lempiras  ($.115) cuando el jefe de hogar es del sexo masculino, cantidad con la que apenas cubren entre el 31% y el 35% del costo de la canasta básica de alimentos.

El ingreso en mención contrasta con el costo de la canasta básica para una familia de seis miembros en el área rural,  que se estima en más de 6 mil lempiras.

La inseguridad alimentaria  y nutricional se agudizó, en Honduras, en los últimos años, por la falta de acceso a los alimentos, los altos precios, la escasez y otras dificultades que impiden el goce de este derecho, principalmente en lo relativo a los granos básicos y otros productos esenciales de la canasta básica

FUENTE: CONADEH, Honduras.