GUATEMALA: «Los orígenes de la violencia contra la mujer parten del ámbito político»

Históricamente la violencia contra las mujeres tiene distintos matices, pero sus orígenes están en el ámbito político, en el cual, aún cuando en el mundo ya existía la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a la población femenina se le dio el derecho de votar pero no de ser electa, expresó María del Rosario Velásquez Juárez, como parte del tema que impartió durante el segundo módulo del Diplomado en Derechos Humanos que la institución del Magistrado de Conciencia y la Universidad de San Carlos de Guatemala llevaron a cabo el 12 de junio, dirigido a profesionales de las ciencias sociales y humanistas.

En su alocución la expositora hizo especial énfasis en que la historia de los derechos fundamentales se inicia alrededor de la historia del derecho y del poder, en la cual las mujeres estaban subyugadas a la exclusión, sin la oportunidad de reclamar o exigir un trato con equidad, de ahí el surgimiento del movimiento feminista, el cual persigue el reconocimiento de la igualdad de oportunidades y derechos.

Otro aspecto que resaltó fue la evolución histórica de los derechos de las mujeres, los cuales a partir de su internacionalización, por medio de la suscripción de convenios y tratados internacionales, es que cobran una verdadera relevancia en el mundo, dado que es cuando se hacen evidentes las condiciones reales en que viven las mujeres, niños, personas mayores y demás sectores denominados después como grupos vulnerables.

El tema de la violencia contra la mujer fue el común denominador de la actividad, del cual también se explicó que ha ocurrido en las sociedades, principalmente patriarcales, organizadas y reguladas en su convivencia social sobre el sometimiento y el control, basadas en el poder violento del hombre.

En conclusión, el segundo módulo resaltó que la violencia contra la mujer está relacionada siempre con la desigualdad e inferioridad impuesta por la sociedad, principalmente de los sistemas autoritarios, en los cuales el dominio masculino, preponderaba o sometía la voluntad o el ser de las personas, utilizando cualquier medio, entiéndase normas, instituciones, enseñanza, lenguaje, moral y medios de difusión social, etc.

FUENTE: Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala