En el marco el Día Internacional de la Mujer, para la Defensoría del Pueblo resulta preocupante, que en el primer trimestre del 2009, las estadísticas ya registran la muerte violenta de 18 mujeres.
Según se informó, el 28% de estas muertes, lo constituye un grupo de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas.
De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, es preocupante el aumento de las muertes violentas de mujeres, ya que esto representa una de las peores formas de discriminación contra este género, que se agrava cuando el resultado es fatal.
La violencia de género es todo maltrato que sufra la mujer por el simple hecho de serlo, incluyendo aquellas afectaciones que padecen en las relaciones de pareja, ex pareja, noviazgo o ex noviazgo o cualquier relación íntima con intención de permanencia.
Este tipo de violencia doméstica está regulada en la Ley 38 de 2001, donde se tipifica la violencia física, patrimonial, sexual y sicológica.
La Defensoría del Pueblo insiste en que la institucionalización patriarcal en la sociedad ha traído como consecuencia que las estructuras políticas, laborales, económicas, judiciales, culturales, entre otras, mantengan esquemas machistas limitando el desenvolvimiento de la mujer en igualdad de oportunidades con respecto al hombre, quedando esta siempre en grado de desventaja y sufriendo en carne propia las humillaciones y victimización.
Se reconoce avances jurídicos, en la normativa nacional e internacional, con miras a lograr la igualdad de género y el reconocimiento de los derechos de las mujeres, sin embargo, aún falta mucho por hacer para lograrlo.
De hecho, aún permanece un grupo de mujeres en desprotección por los delitos de violencia de género, pues, queda el vacío legal en las situaciones de violencia que se dan a las mujeres por parte de hombres cuyo vínculo no cubre la ley; situación que se agrava con el incremento de muertes de mujeres a manos de desconocidos.
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la Defensoría del Pueblo hace un llamado de atención tanto al Estado para que se mantenga vigilante en cuanto a los cambios, reformas o propuestas que tengan que darse, tomando en cuenta las necesidades reales de las mujeres, así como también a la sociedad para que procuremos respeto y tolerancia con la finalidad de que hombres y mujeres compartamos una sociedad libre de violencia.
Fuente: Tomado de la Defensoría del Pueblo de la República de Panamá.