Vigilancia y monitoreo especiales a los planes de contingencia y a la evolución del clima en 15 departamentos del país, hacen parte de las sugerencias hechas por la Defensoría del Pueblo ante la situación, que ya registra sus primeras consecuencias para los sectores productivos.
Ante la inminencia de una temporada seca extendida y el posible impacto del Fenómeno de El Niño, advertido por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), la Defensoría del Pueblo emitió un instructivo para sus 36 regionales en el país y recomendaciones puntuales a los ciudadanos y los entes territoriales del Estado, a fin de tomar las medidas de prevención y contingencia necesarias para atender esta coyuntura.
Es así como teniendo en cuenta lo ocurrido el año pasado, cuando el déficit de lluvias tanto en el primero como en el segundo semestre afectaron notablemente el comportamiento climático y la vida en departamentos como La Guajira y Casanare, la Defensoría alerta sobre la gravedad de fenómenos asociados como la desnutrición infantil, los incendios forestales, el desabastecimiento de agua, la pérdida de cultivos y la muerte de animales, entre otros.
En ese orden de ideas, la Defensoría Delegada para los Derechos Colectivos y del Ambiente instruyó a las Regionales sobre la necesidad de mantener la vigilancia y monitoreo del fenómeno, el seguimiento a la activación de los planes de contingencia y los comités de riesgo, así como la emisión oportuna de las alertas para que se tomen las medidas correspondientes por parte de las entidades responsables.
Es importante señalar que además de la disminución del recurso hídrico y el consecuente desabastecimiento para consumo humano y otros usos en regiones apartadas con deficiencias en la infraestructura de servicios públicos, existen variables adicionales de vulnerabilidad como el aumento de plagas y enfermedades por las altas temperaturas, la disminución en el rendimiento de los cultivos y las áreas sembradas, el impacto regresivo sobre la producción lechera y de carne, así como la degradación de hábitats acuáticos y de fauna silvestre, dando oportunidad a la depredación de las especies.
En cuanto a las recomendaciones generales, la Defensoría del Pueblo llamó la atención de los ciudadanos y las empresas operadoras de los acueductos para que se planee, vigile y haga un uso racional del recurso hídrico, sumado ello a la necesidad de que las instituciones realicen monitoreo permanente en los embalses y distritos de riego, garanticen el mantenimiento de los pozos profundos, el desarrollo de programas para los ciclos de siembra y suministro de semillas, fortalezcan los protocolos sanitarios, adopten planes complementarios de alimentación y dispongan paquetes de alivio financiero para los sectores productivos más propensos y afectados (como ya lo advierten los floricultores y cultivadores de papa en la Región Andina), y además orienten a la población sobre la importancia de minimizar la exposición a la radiación solar directa por los efectos nocivos de los rayos ultravioleta.
La Defensoría aconseja especial vigilancia en los departamentos de La Guajira, Atlántico, Bolívar, Magdalena,Córdoba, Cesar, Sucre, Casanare, Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Huila, Nariño, Santander y Norte de Santander, considerados como los más vulnerables en razón al comportamiento que registraron como consecuencia de la temporada seca en 2014.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la República de Colombia