La Defensoría del Pueblo peticiono medidas frente a los riesgos para el ambiente y la salud que representan las lámparas de bajo consumo que vinieron a reemplazar a las tradicionales incandescentes.
Las primeras ahorran energía, pero son altamente contaminantes, pues contienen mercurio, un metal pesado que se considera residuo peligroso por su toxicidad al ser liberado al ambiente cuando la lámpara se rompe o no poseemos una planificación en la deposición de las mismas cuando caen en desuso.
A modo de aporte, por celebrarse hoy el Día Mundial del Ambiente, el Área competente de la Defensoría del Pueblo, peticiono a la Secretaria de Energía de Nación; a la Cámara Argentina de Industrias, Electrónicas, Electromecánicas, Luminotécnicas, Telecomunicaciones, Informática y Control Automático (CADIEEL), y a la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación a cargo del Dr. Juan José Mussi; que frente a la campaña de reemplazo de lámparas de bajo consumo, que es obligatoria para todos los vecinos ya que se ahorra una gran cantidad de energía, lo que es algo sumamente positivo y que fue establecido por la Ley Nacional 26.473/08, que prohibió las lámparas incandescentes y determino la adopción de lámparas de bajo consumo, habiendo quedado algunas materias pendientes.
Por lo cual, el Área de Ambiente de la Defensoría del Pueblo, considera que es necesario que exista además de la Ley , una campaña que alerte sobre los riesgos de las mismas, que el Estado ya sea Nacional, Provincial y/o Municipal prevengan el destino de las lámparas de «bajo consumo», en desuso, que deberían disponerse como residuos peligrosos y no como «residuos sólidos», y también al no haberse planificado que hacer con las lámparas inútiles, ya que no se han tenido en cuenta las eventuales consecuencias sanitarias y ambientales del mercurio que contienen las mismas y dado que la casi totalidad de estas lámparas son importadas en su mayor parte de China, se reduce la posibilidad de que las empresas productoras contribuyan a informar debidamente, frente a la rotura de las mencionadas y/o a su descarte.
Se señalo que no se capacita a los vecinos para saber qué hacer con ellas y uno de los graves problemas es que en el etiquetado no menciona que cantidad de mercurio contiene. A modo de ejemplo en nuestro país ya se van eliminando el uso de instrumentos médicos con mercurio, como los termómetros, pero existe un gran vacío legal toda vez que no hay hasta la fecha una disposición final segura de estos residuos y se incorpora entonces a los basurales cada vez mas lámparas en desuso con mercurio que pueden tener hasta 5 miligramos por lámpara o tubos fluorescentes de hasta 25 miligramos, las mismas ante su rotura, producen una toxicidad que puede ocasionar una serie de daños al ser liberado al ambiente.
Frente a ello, el Defensor del Pueblo, Dr. José Leonardo Gialluca, peticiono a las autoridades antes citadas, y también al INTI, que en todos los envases que contienen las lámparas de bajo consumo o los tubos fluorescentes se indique claramente el contenido de mercurio, riesgos y como actuar en caso de rotura.
Por otro lado es necesario que se institucionalice todo lo relativo al almacenamiento y tratamiento de estas lámparas en desuso, de modo que su campaña de reemplazo no perjudique a la salud de las personas y al ambiente.
También indico que, si bien es cierto en la actualidad pero a un costo mucho mayor ya se han lanzado las lámparas LED, que ahorran más energía, tienen más duración, carecen de mercurio, pero no están al alcance de toda la comunidad por sus costos; en consecuencia debemos trabajar en adoptar medidas de prevención para las lámparas de bajo consumo y/o los tradicionales tubos fluorescentes, a los cuales los manipulamos incorrectamente sin saber que estamos ocasionando un impacto ambiental altamente negativo.
FUENTE: La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa