El – Área de Salud- de la Defensoría del Pueblo aboga por que se investigue la procedencia de una restringida cantidad de residuos “aparentemente biopatogenicos”, los cuales deben tener un manejo especial y controlado, por ante la Dirección de Bromatología y Saneamiento a cargo de la Dra. Cristina Monti, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia y también por ante la Dirección de Bromatología e Higiene de la Municipalidad de la Ciudad de Formosa a cargo del Lic. Guillermo Romero.
De la recopilación de antecedentes, surge evidente que estas jeringas, algodones, radiografías y otros restos, que fueron denunciados por vecinos del lugar, que se encontraban diseminados en bolsas (aproximadamente 5 o 6) entre las calles Corrientes y San Martin, yendo hacia la zona conocida como el bajo Náutico, podrían provenir de algún sanatorio, clínica o consultorio, que con esta conducta pone en riesgo la salubridad y seguridad pública y/o de alguna persona física o empleado desaprensivo o desleal.
El Defensor del Pueblo, Dr. José Leonardo Gialluca, manifestó al respecto que en Formosa, rige la Ley Provincial 1210 y su Decreto Reglamentario 91/99, que establece todas las características de los tratamientos que se le debe dar a estos tipos de residuos. Sus generadores son ya conocidos y existe todo un procedimiento para llevarlos directamente a una planta especial donde previa recolección y posterior tratamiento son eliminados.
Una vez que estos residuos fueron tratados, adquieren ya la categoría de “residuos comunes” y el Municipio los retira como tales para llevarlos al vaciadero municipal donde tienen un tratamiento de enterramiento sanitario en un área especial.
El funcionario manifestó que lo que no se puede hacer con este tipo de residuos es, justamente, lo que nos encontramos en el día de ayer; esto es, no deben estar al aire libre, ni en un vaciadero a cielo abierto, y al estar compuestos por residuos hospitalarios provenientes de la zona quirúrgica, curaciones, gasas, órganos, agujas, desde que salen del Centro de Salud, deben inexorablemente ser trasladados, en “bolsas rojas precintadas y rotuladas”, y en donde se establece de donde provienen los mismo, quienes los trasladan y adonde.
Todo queda absolutamente registrado justamente, porque de lo que se trata es de que, no exista la más mínima contaminación ambiental con los mismos o un impacto ambiental negativo en la salubridad y seguridad pública.
Por último se menciono que de determinarse quien o quienes han sido los responsables de este accionar reñido con la normativa vigente, serán denunciados penalmente y también se pedirá la clausura del lugar que los originó y los trató incorrectamente ya que, de ninguna manera pueden ser manipulados de esta forma, por no tratarse de residuos comunes y en consecuencia merecen todo nuestro repudio.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa