El Defensor del Pueblo de la provincia, Martín Díaz Achával, reflexionó que “lamentablemente se han cumplido los vaticinios que teníamos desde noviembre del año pasado, cuando decíamos que las industrias que no se reconvirtieron deberán cerrarse, porque con la demanda de producción que hoy tiene la industria azucarera, para la producción de alcohol para bio-combustibles se elevó ostensiblemente, por lo tanto hay más residuos, incluso cuando hubo más lluvias”.
Afirmó que “no hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla. Se ha vencido el plazo de espera y vamos a llevar adelante toda la estrategia necesaria para que se cierre toda industria que contamine, con el auxilio de la Justicia, ante la decisión manifiesta del gobierno tucumano, de no exigir a la industria azucarera una producción sustentable. Si bien se teme por situaciones de conflicto social, por las implicancias de medidas de esta naturaleza, tampoco se puede atentar graciosamente contra miles de santiagueños que viven de la cuenca y de la industria turística que se mueve en Santiago del Estero y en Córdoba. Debemos defender nuestro estilo de vida”.
Al aludir a la reciente observación “in situ” de varios bancos con miles de peces muertos, de distintas especies de la fauna ictícola, en la desembocadura de efluentes del Embalse de Río Hondo – que cuenta con una superficie de 30 mil hectáreas-, el funcionario no ocultó su malestar e indignación por la situación que “es harto reiterativa producto de la insensibilidad de los industriales y de funcionarios de las áreas de Medio Ambiente de Tucumán que, pese a las advertencias efectuadas por esta Defensoría del Pueblo, que molestó e indignó a muchos que –si hubiera existido un control estricto como se comprometió -, no hubiera sucedido este cuadro que se repite año tras año, matando al lago, volviéndolo un recurso natural putrefacto. Somos la cloaca a cielo abierto del gobierno tucumano”.
Indicó que “se verificó en la zonas donde se encontró los peces muertos, a 3 km de la costa, que el oxigeno disuelto en agua era cero y, aún más en una profundidad de cuatro metros la ecosonda, demostró igual situación. La presencia de algas, que consumen el oxígeno, dejó este saldo, y todo es producto de la vinaza y cachaza, sin tratamiento, que vierten en el cauce los ingenios azucareros. Se dijo, en las últimas horas, a través de algunos medios que esto era producto de pesticidas y esto está alejado de la realidad. No es cierto. Las algas se multiplican por la presencia de nitrógeno y fósforo y proviene de las tierras tucumanas, de la explotación de la caña de azúcar, producto por el que trabajan los ingenios. No hay otra explicación. Estuvimos en las desembocadura del Salí, y de otros efluentes y comprobamos la reiteración del mismo problema, con los consecuentes resultados que hoy lamentamos”.
Señaló que “Santiago del Estero, hoy en víctima de la falta de políticas de Estado serias por parte del gobierno de Tucumán, en especial en la industria azucarera que no entiende que se debe reconvertir. Hace 20 años que está instalado este tema y seguimos en la misma, aún con crisis y sin crisis, con programas y aportes del Estado, no hay voluntad manifiesta de cambiar. Por lo tanto, corresponde a la Justicia adoptar los recaudos para que se reconviertan. Otras empresas, como las citrícolas lo hicieron, e incluso multiplicaron su capacidad de producción de energía que la venden a terceros”.
Insistió que “la producción de alcohol, para generación de bio combustibles, se ha incrementado ostensiblemente con relación al año pasado, y esta era una zafra piloto para nosotros, con la mejor voluntad esperábamos que se realicen los controles pero, aparentemente, los mismos estuvieron ausentes”.
Por último, Díaz Achával, señaló que “el tema será analizado y resuelto en la reunión de mañana miércoles, en el Foro de Defensores de la Cuenca Salí-Dulce, en la Capital Federal, independientemente de la estrategia judicial que aplique, en este caso, Fiscalía de Estado”.
FUENTE: Defensor del Pueblo de la Provincia de Santiago del Estero, Argentina.