Los representantes de las defensorías de Niñez y Adolescencia y Juventud, presentaron el informe de situación del «Programa de Escuelas Seguras».
Los representantes de las defensorías de Niñez y Adolescencia y Juventud, de la institución del Procurador de los Derechos Humanos, presentaron el informe de situación del «Programa de Escuelas Seguras», el 05 de febrero, a directores y representantes de dicho programa.
Debido a una serie de monitoreos realizados en mayo de 2014, a centros educativos ubicados en la ciudad de Guatemala, Mixco, Villanueva, Escuintla y Antigua Guatemala, que forman parte del Programa Escuelas Seguras, con los que la Magistratura de Conciencia buscó conocer los protocolos de actuación y los tipos de acciones que se tenían por parte del mismo, realizando diversas entrevistas al personal de la Policía Nacional Civil, y de la Unidad de Prevención Comunitaria de la Violencia del Ministerio de Gobernación, así como a directores, maestros y estudiantes, en relación con diversas áreas en torno a la seguridad que el programa brinda.
Abner Paredes y Gloria Castro, representantes de las defensorías en mención, expusieron los hallazgos que surgieron durante las supervisiones realizadas, pudiendo resaltar la falta de personal asignado y de patrullas, el poco conocimiento que tienen las personas encargadas del programa sobre los protocolos de actuación, y en contenidos relacionados con la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, el cual es un documento fundamental para todas aquellas personas que tienen a su cargo la protección de los derechos de este grupo etario.
Asimismo, destacaron que la mayoría de directores y directoras de los establecimientos conocen los protocolos y reglamentos relacionados a la violencia escolar, pero no los aplican, requisito que es fundamental para intervenir en hechos relacionados con la participación de estudiantes en pandillas, consumo de drogas, alcohol, uso de armas, violencia y acoso sexual.
Así también, se detectó que la seguridad únicamente se brinda en la entrada de los establecimientos y en perímetros próximos a estos, pero los hechos de violencia se desarrollan en áreas en donde no hay vigilancia del programa como parques y centros comerciales cercanos, particularmente en el centro histórico, y que estos no solo ocurren los viernes sino de forma permanente.
Los funcionarios concluyeron con una serie de recomendaciones para que las autoridades competentes fortalezcan la funcionalidad de dicho programa, entre las cuales están: reorientar el programa y actualizar sus protocolos de atención, fortaleciéndolo con mayor presupuesto y dotación de patrullas, mayor recurso humano, capacitado permanente en temas como pandillas, seguridad ciudadana, prevención de la violencia y del consumo de drogas y armas, identificación de casos de explotación sexual, cultura de paz, derechos de la niñez, adolescencia y juventud, así como en caso de violencia y acoso sexual, y la implementación con urgencia de actividades de prevención de la violencia en los centros educativos.
FUENTE: Procurador de los Derechos Humanos de la República de Guatemala