La lengua hablada es, por excelencia, el instrumento comunicativo de las personas; sin embargo, la lengua escrita es el vehículo más apto para la conservación del pensamiento y la transmisión del conocimiento.
La escritura ha venido a significar para el hombre el mejor recipiente para conservar el pensamiento a salvo de las inclemencias del tiempo y del olvidó de los demás. No obstante, aún entre las personas que hablan un mismo idioma, no todas lo hablan, ni lo escriben de la misma manera.
Por lo anterior y por la importancia de este tema, personal de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en el Estado, fue invitado por el Comité de la Delegación XVII del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), con sede en esta ciudad capital a la clausura del “Curso completo de ortografía” (La alegría de escribir sin (h) errores), el cual fue dirigido a periodistas activos de los diversos medios de comunicación.
Para Francisco Javier Luna Alarcón, representante de la Coddehum-Gro en el evento, quienes realizan la noble e importante labor del periodismo, el estudio de la gramática es esencial para el comunicador. No tanto por lo que le enseñe a redactar, sino por los errores que le ayude a evitar. La mesura es una apreciada virtud, por lo que medir y pensar cada vocablo y cada signo empleado, constituye una tarea de rigor para quienes se esmeran en el arte de la composición o en la técnica de redacción.
“El lenguaje del o la periodista ha de ser preciso y rico, riguroso en los matices, amplio en las acepciones para encontrar la palabra atinada en cada momento” Debe buscar la comprensión generalizada. Cualquier tipo de comunicación periodística será inútil si su expresión no coincide con el código del receptor, no sólo en lo que se refiere a la lengua, sino a la realidad del contexto sociocultural en que se produce.
La primera condición que la lógica impone al lenguaje es la de ser claro y evitar la imprecisión. Una lengua puede utilizar la ambigüedad como un recurso estilístico pero no puede ser imprecisa porque entonces se produce un vacío comunicativo.
El lenguaje periodístico debe procurar la economía de expresión y evitar el pleonasmo, la redundancia, lo superfluo. Si bien la riqueza de vocabulario es cualidad positiva del periodista y de escritor, también lo es que con un mínimo de voces y de giros pueden expresarse muchos matices. Así mismo señalo que, cualquier análisis del estilo periodístico debe ir forzosamente precedido de un recordatorio sobre la necesidad de corrección del lenguaje.
Para las nuevas generaciones habría que recordar las conocidas frases de Pedro Salinas sobre el lenguaje: En su célebre conferencia sobre «Defensa del Lenguaje», pronunciada el 24 de mayo de 1944 en la Universidad de Puerto Rico, «Sentiremos mejor lo que sentimos, pensaremos mejor lo que pensamos, cuanto más profunda y delicadamente conozcamos sus fuerzas, sus primores, sus infinitas aptitudes para expresarnos»
FUENTE: Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero