HIDALGO: Centenario del Reloj Monumental de Pachuca

CANTO A PACHUCA*
 
Cerró la noche el puño ensortijado oprimiendo el joyel de los luceros;cual luciérnagas locas, los mineros van por el callejón encrucijado.Su perfil en el halo recortadose dibuja con rasgos barreteros;son fantasmas de luz, en los senderosy en el rincón de sombra del pasado.¡Carav …ana sin oasis ni futuro!Van escribiendo el nombre con pan duroen la sábana gris de la mañana,luego mojan la faz del aire purocon el agua aromante de carburoen la noche alburera y provinciana.

Oh, tierra de provincia! ¡Mi Pachuca!Con bostezos de niebla y de neurosis,Pachuca de las mil metamorfosisen su clima y su suelo de chiluca.El aire que se mete hasta la nucase brinda al cuerpo en alterada dosis,y en el barrio –eslabón de silicosis-alegría, sinfonolas y boruca.Un zigzag de luciérnagas en asa,en la ropa y la cara, barro y grasacomo único vestigio del cañón,y en la noche sutil de fina gasael papelero amarillista pasavoceando triste La Renovación.

A ti, Pachuca, a ti, que en su tramontela noche te despide con dolorasy el reloj, cantarino de la horas,con pañuelos de bronce y horizonte.Y te envuelve con brisas Aquerontecuando en la noche tu bajel ancorasy descalza te vas de donde morasa poner tu nidal a Real del Monte.Trasmigrantes de luz son los minerosen tu suelo comido en agujerosy tus crenchas en haz, de norte a sur;y emergen de la tierra, cual lucerosde la sombra, y allá por los senderosbrota franco y cordial el calambur.
 
Y allá, desde el camino, enredaderasutil te ciñe la cintura abuelay tu falda de luz y lentejuelaluces con un listón de carretera.Febe suelta su crin cascabeleray en la noche musita tu vihuelaentre las horas del reloj que vuela,de brisa y aire, sinfonía sincera.Y vamos por las calles, dando saltospor las zanjas, hacia los barrios altosa buscar un refugio en el calory entre el delirio de la fina gasael son sonoro de la voz que pasagritando la extra de El Observador.
 
¡Oh, Pachuca! De vientre de cubil,carcomido en rumores de sonajay tu garganta donde al sube y bajajuega el minero, alegre y juvenil.En tu noche niñera, al toronjiljuegas ya sin albur y sin barajacon tus mujeres, ¡ay! de andar de majay vaivén de palmera en el cuadril.¡A ti! Mi voz de selva a toda orquestacanta hossana feliz en tu florestay tus cerros color de ajonjolí;a tus mujeres que en sopor de siestaparecen con sus gasas en la fiestaalas de maromero colibrí.
 
Quiero estar todo en ti, aprisionado,cual gaviota en su piélago distanteal pie del San Cristóbal, vigilante,envuelto en la cobija del pasado.-La luna, su camisa ha almidonadoy al subirle a zancadas anhelante,la navaja del viento rasgó el antede la carne de barro prolongado-.La Patria rubricó en su estatutola forma de tu suelo de cajetey te dio por égida un Instituto,en tus minas: el tallo, flor y frutoy el canto provinciano, sin falsete,en esas noches de color de luto.
 
¡Pachuca! Símbolo y síntesis, metadel aplanado giro de mi viaje.¡Cuántos péndulos dieron su virajeen mi reloj marino de poeta!Mi posición verdad, la de un esteta,y minero también que en el “rebaje”lo mismo que el “chiflón”, sólo te trajemi corazón en símbolo de veta.Cobíjame en tu seno, sin desmayo;que tu tierra me absorba y por mi tallosuba mi sangre al sol como saeta,y al romperse, en fulgores de obsidianaderrame en tu minera palanganami corazón en calidad de veta.
 
Quiero entrar en tu alma con sordina,como si fuese a un templo, de puntillas,con el dedo en los labios, a hurtadillasmusitando en silencio mi doctrina……a las puertas del templo que es la mina,sin poner en el suelo las rodillasy absortas las retinas amarillashacia un trazo de luz en serpentina.Quiero estar todo en ti, en tu pecado,tu verdad, tu futuro, tu pasadoy clavado de piernas en tu suelo,y en tus noches de fiestas a subastaponer mi corazón a toda astaagitando mis linos de pañuelo.
 

*GENARO GUZMÁN MAYER

FUENTE: CDH del Estado de Hidalgo, México.