La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha enviado un telegrama a la familia de Ana María Vidal-Abarca, para expresar su más sentido pésame por su muerte. Para Soledad Becerril, la fundadora de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, fue una mujer “vasca, valiente y fuerte” que levantó la voz contra ETA.
Soledad Becerril ha escrito un texto para honrar la memoria de Ana María Vidal-Abarca a la que califica de “gran servidora de la democracia”, y le agradece que haya evitado a los españoles “caer en la desmemoria”.
Texto de Soledad Becerril, Defensora del Pueblo, a la muerte de Ana Vidal-Abarca
Las víctimas del terrorismo estuvieron durante largos años rodeadas por el silencio. A su dolor se unía la soledad y el aislamiento por parte de sus entornos, de sus vecinos y de muchos que habían sido testigos de los crímenes de ETA.
Soportaron las muertes de sus seres queridos sin contar con el amparo y el apoyo que hubieran merecido. Fueron víctimas por la democracia y por el estado de derecho por el que los españoles habían peleado, alcanzado y disfrutado. Pero a ellas ni siquiera se les dio las gracias.
Los años ochenta fueron años crueles. Y una mujer vasca, valiente y fuerte, Ana Vidal-Abarca, levantó la voz y puso en pie una gran Asociación para decir lo que muchos callaron: que ETA era una banda de asesinos y sólo merecían su persecución y castigo.
Si en el pasado no fuimos capaces de reconocer sus sacrificios, ahora, al menos, debemos decir a la familia de Ana que le agradecemos profundamente lo que fue capaz de hacer, que su valor no ha sido inútil y que la inmensa mayoría de los españoles respetamos a las víctimas y guardamos su memoria. Y que sobre ellas no aceptamos ningún comentario o expresión que signifique un ápice de menosprecio.
Ana Vidal-Abarca ha sido una gran servidora de la democracia española, y nos ha evitado caer en la desmemoria. Se merece descansar en la paz, rodeada del cariño y gratitud que no pudo encontrar tiempo atrás.
FUENTE: El Defensor del Pueblo de España