8 de Marzo – Día Internacional de la Mujer

En 1910, durante la «Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas» reunida en Copenhagen, Clara Zetkin, una reconocida representante del partido socialista alemán, propuso la creación de un Día Internacional de la Mujer. La propuesta fue aprobada por aclamación y se dispuso que ese día tuviera por objetivo impulsar el movimiento de defensa de los derechos laborales, políticos, sociales, culturales y económicos de las mujeres.

En los años siguientes, el Día Internacional de la Mujer se celebró en diversos países pero en distintas fechas, hasta que en 1914 se empezó a unificar el 8 de marzo en memoria de las 146 obreras que murieron calcinadas el 5 de marzo de 1908 por un incendio de la fábrica textil Cotton de Nueva York. El accidente había sido provocado por el dueño de la textil en represalia a la huelga que estaban llevando adelante las trabajadoras reclamando mejoras salariales y denunciando las terribles condiciones laborales. Del mismo modo se reconoce como antecedente a las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de marzo de 1957, también en Nueva York.

Años más tarde, en 1975, este día empieza a ser conmemorado por Naciones Unidas, que designa el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. En diciembre de 1977, la Asamblea General adoptó una resolución proclamando un Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, fecha que los Estados Miembros pueden celebrar cualquier día del año siguiendo su tradición histórica y nacional.

Desde los comienzos del siglo XX a nuestros días, las mujeres hemos avanzado en conquistar muchos de nuestros derechos económicos, políticos y sociales. Del derecho al voto al derecho a la educación, a la salud, a ocupar puestos jerárquicos, a participar de la vida política. Estos importantes avances se han dado gracias a la incorporación de legislación específica y a las medidas de acción positiva para garantizar la igualdad real de oportunidades y de trato entre varones y mujeres. Sin embargo, a 105 años de aquella convocatoria a celebrar el Día de la Mujer, todavía hoy siguen existiendo desigualdades, discriminaciones y conductas violentas contra las mujeres que impiden avanzar en el desarrollo y la paz, y que limitan el goce y el ejercicio pleno de sus derechos, por lo que se requiere del esfuerzo colectivo para su erradicación, ya que no existe aún país en el mundo en el que las mujeres gocen de iguales derechos y oportunidades que los varones. La realidad permite comprobar que en muchas áreas, la paridad y la igualdad son todavía una mera aspiración de nuestras sociedades democráticas. Muchas veces la legislación establece esta igualdad, pero llevarla a la práctica presenta demasiados obstáculos.

Aún hoy, hay cientos de miles de mujeres víctimas de la trata y el tráfico humano; trabajadoras que por idénticas tareas perciben salarios inferiores a los varones; mujeres con baja participación en los altos cargos donde se toman las decisiones importantes. Asimismo, la violencia con sesgo de género crece día a día, y arroja cifras alarmantes de mujeres muertas como consecuencia de la violencia ejercida contra ellas, la que se agrava y se potencia en mujeres migrantes y refugiadas, como así también en situaciones de conflictos armados. Más aún, la mayoría de los analfabetos en el mundo son mujeres, y también ellas constituyen la mitad de la población del planeta que recibe menor cantidad de alimentos, medicamentos y atención médica.

La institución del Defensor del Pueblo, en tanto organismo de derechos y garantías y cumpliendo con su misión de preservar, promover y proteger el respeto por los derechos humanos, realiza acciones tendientes a proteger y promover los derechos de las mujeres, impulsando su desarrollo individual y social a través -entre otras cosas- del acceso a la información pública como derecho ciudadano y como paso previo para acceder a la justicia.

Conscientes de que el acceso a la justicia comienza por el conocimiento de los derechos y de las leyes, y que éstas son un instrumento para erradicar los actos de discriminación, la institución del Defensor del Pueblo ha creado mecanismos y recursos para que las mujeres accedan al ejercicio pleno de sus derechos, ampliando su ciudadanía y contribuyendo a la construcción de relaciones más igualitarias, solidarias y respetuosas de los derechos humanos.

Con todo, nos unimos a las celebraciones mundiales en ocasión de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, e instamos a seguir trabajando en la promoción de prácticas más incluyentes y representativas para lograr una mayor participación de las mujeres en la vida política y social, y en la eliminación de todas las formas de discriminación existentes para el logro de la igualdad real de oportunidades y de trato.

dibujo mujeres trabajando

 

 

FUENTE: Equipo Coordinador de la Red de Defensorías de Mujeres de la FIO