“La igualdad de género y los derechos de las mujeres deben estar en el centro de cada objetivo y resultado”
Entre el 8 y el 22 de abril se realizará una consulta virtual sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres en América Latina y el Caribe en el sitio www.worldwewant2015.org. La misma se vincula al proceso de debate post Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) liderado por la Organización de las Naciones Unidas en todo el mundo. La idea es convocar a la ciudadanía para que aporte sus ideas en base al mundo que queremos y luego consensuarlas con las miradas de los Estados, el sector privado y especialistas en cada tema. De la síntesis, deberían surgir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que guiarán a la humanidad luego del 2015. Las organizaciones de mujeres y de género definen sus prioridades.
En el año 2000 fue aprobada en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la Declaración del Milenio de la que surgieron los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), algo así como una guía para la humanidad durante este siglo. Los ODM vencen en el año 2015, es decir los ocho objetivos propuestos deben ser evaluados ese año para saber si la humanidad logró o no avanzar en su logro. Con vistas a esta revisión, la ONU inició en el 2012 un proceso de debate global de grandes alcances que pretende involucrar a la mayor cantidad de personas posible en el diseño de la agenda de desarrollo posterior a esa fecha. Esto, en parte, en base a la experiencia muy cuestionada de los ODM como líneas de acción que fueron definidas en el marco de la ONU sin consultas previas y, también con la convicción de que, como señala Olav Kjorven –director del Departamento de Políticas de Desarrollo para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- “los líderes políticos de los países sólo aceptarán compromisos difíciles en la medida en que haya un nivel de presión desde la sociedad civil”.
Para llegar al 2015 con la mayor cantidad de información posible, la ONU estableció distintas formas de participación: de integrantes de las mismas Naciones Unidas, de especialistas en cada tema y de la sociedad civil. Esta última ya está participando a través de dos sitios en internet – www.worldwewant2015.org y www.my world2015.org- donde en diferentes idiomas se pueden dejar comentarios sobre los temas establecidos para el debate: educación, energía, sostenibilidad ambiental, seguridad alimentaria, conflicto y fragilidad, gobernabilidad, crecimiento y empleo, salud, desigualdades, dinámica de la población y agua. “Igualdad de género” es uno de los subtemas dentro de “desigualdades”; y también allí puede debatirse sobre “orientación sexual”.
El 8 de abril se iniciará en www.worldwewant2015.org un debate específico sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres en América Latina y el Caribe, del que podrán participar libremente todas las personas.
A su vez, hay iniciativas propuestas desde la sociedad civil para debatir este proceso que también están articulando en la web. Una de ellas es Beyond 2015 que reúne a más de 570 organizaciones en más de 95 países.
La perspectiva de género en la consulta global
La consulta global que está llevando adelante la ONU es tomada con cautela desde muchos sectores de la sociedad civil que trabajan temas de género y que temen, por un lado, que el proceso no sea lo suficientemente participativo y que las opiniones que aparezcan reflejadas en el documento final no representen a todos los sectores intervinientes y, por otro, que las conclusiones a las que se arribe y que delinearán el futuro de la humanidad no propongan un cambio sustancial del actual modelo de desarrollo, que es lo que sustancialmente se reclama para el logro de la igualdad de género.
“Nos preocupa que se continúe hablando de metas, indicadores y progreso sin abordar las causas estructurales de la inequidad e inestabilidad globales –señala Alejandra Scampini, directora de la Iniciativa “Influir los Actores y las Prácticas del Desarrollo por los Derechos de las Mujeres” de la Asociación por los Derechos de la Mujeres y el Desarrollo (AWID)-. Parte de las aprehensiones que manifiestan muchos sectores feministas tiene que ver con que los ODM fueron diseñados pensando en cómo paliar las consecuencias de un modelo productivo neoliberal que por definición perpetua la desigualdad de género, mientras que una agenda que ponga en el centro al desarrollo humano debería redefinir las bases de este modelo económico. En este sentido, uno de los debates posteriores a la definición de los ODM en el año 2000 fue que la igualdad de género estaba definida como uno de los ocho ODM en lugar de atravesar transversalmente a todos ya que la desigualdad de género está presente en todos los temas sociales. Teniendo en cuenta este antecedente y cuando se le consulta sobre la mejor forma de inclusión de la igualdad de género en los ODS, Scampini señala: “No creo que sea una cuestión de tener la igualdad de género como un objetivo sino asegurar que se consideren aspectos de los derechos humanos en la definición de los límites para conseguir la sustentabilidad de los recursos. (…) Es importante destacar que aún en este momento no hay claridad sobre el estado de avance en la formulación de los ODS ni acuerdos sobre los conceptos de sostenibilidad. De hecho, creemos que es una oportunidad para que los países lleguen a acuerdos fundamentales que no llegaron en la Conferencia de Rio+ 20. Estos son urgentes para la existencia misma de las personas y del planeta. La igualdad de género debe ser reconocida como principio y objetivo fundamental del conjunto de acuerdos sobre sostenibildad ambiental, y deben incluirse medidas específicas en todos las áreas relevantes para asegurar que la participación y aporte pleno de las mujeres y otros grupos históricamente excluidos”.
Anne Schoenstein, también de AWID, define de la siguiente forma los cambios conceptuales sustanciales que deberían aportar los ODS para realmente apuntar al logro de la igualdad de género: “La macroeconomía necesita ser redefinida, reformando la economía global y las regulaciones e instituciones financieras en concordancia con los derechos humanos. En segundo lugar, abordar la sostenibilidad significa que un nuevo conjunto de derechos, los derechos de las futuras generaciones y los derechos de nuestro planeta tienen que ser acordados y es realmente importante la coherencia entre el proceso posterior a 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En tercer lugar, la coherencia entre las políticas para las necesidades del desarrollo debe ser central en el marco posterior a los ODM. En cuarto lugar, se requieren nuevas maneras de definir y medir el desarrollo que tengan en cuenta la economía del cuidado y el trabajo no remunerado. Finalmente, es necesario ir más allá de la incorporación transversal de la perspectiva de género para promover los derechos de las mujeres. Esto significa poner la igualdad de género y los derechos de las mujeres en el centro de cada objetivo y resultado, así como continuar el trabajo específico relacionado con los derechos de las mujeres”.
¿Qué propone la ONU?
Un Grupo de Trabajo designado por el secretario general de la ONU presentó a mediados del 2012 el informe El futuro que queremos para todos en el que se resumen los principales aspectos que la misma ONU promoverá de cara al diseño de los ODS en el 2015. Allí se señala: “El principal reto de la agenda de desarrollo post 2015 es asegurar que la globalización se convierta en una fuerza positiva para todos los habitantes del mundo en esta generación y en las generaciones del futuro. La globalización ofrece grandes oportunidades, pero sus beneficios, en este momento, se distribuyen de manera muy desigual. La búsqueda continua por mejorar el bienestar material de la gente amenaza con sobrepasar los límites materiales del planeta, a menos que haya un cambio radical hacia patrones de consumo y de producción sostenibles en relación al uso de los recursos naturales. Las desigualdades existentes y la lucha para acceder a recursos naturales escasos, son determinantes clave de situaciones de conflicto, hambre, inseguridad y violencia que a su vez frenan el desarrollo humano y los esfuerzos para lograr un desarrollo sostenible”.
Según este informe, la agenda del desarrollo posterior al 2015, es decir los ODS que puedan consensuarse, deberían estar centrados en los derechos humanos, la equidad y la sostenibilidad; y las cuatro dimensiones sobre las que se deberá trabajar son el desarrollo social incluyente, el desarrollo económico incluyente, la sostenibilidad del medio ambiente; y la paz y la seguridad.
En relación específicamente a género, Helen Clark -administradora del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo y presidenta del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo – señaló refiriéndose al debate postODM como se lo ha llamado: “Quisiera subrayar la importancia de asegurar que sea un proceso incluyente, que se ocupe de las cuestiones de género e involucre de forma plena e igualitaria a hombres y mujeres”.
Fuente: Comunicar Igualdad