El Director del PRADPI entrevista a Mario Bunge, Premio Príncipe de Asturias

Mario Bunge, físico y filósofo de fama mundial, nacido en Buenos Aires en 1919, Premio Príncipe de Asturias de Humanidades en 1982 y doctor honoris causa por dieciséis Universidades, se encontraba hoy en la Universidad de Alcalá, donde impartió una conferencia sobre «El socialismo como democracia integral» en la Facultad de Derecho. El Director del Programa Regional de Apoyo a las Defensorías del Pueblo de Iberoamérica y del Departamento de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Alcalá, Profesor Guillermo Escobar, le entrevista a cuenta de su último libro, «Filosofía política. Solidaridad, cooperación y democracia integral».

GE: ¿Podría definir en pocas palabras su propuesta sobre la democracia integral?

MB: Entiendo por «democracia integral» el orden social que, además de asegurar la democracia política, no practique la discriminación sexual ni racial, ofrezca la igualdad de oportunidades y al mismo tiempo premie la competencia y la excelencia, favorezca la cooperación y el autogobierno de las empresas, impulse la creación científica, técnica y artística, la administración pública competente y honesta, y proteja al ambiente. En resumen, democracia integral = igualdad, libertad, solidaridad, competencia y sostenibilidad.

GE: ¿Qué reformas jurídico-institucionales (sistema de gobierno, división de poderes, sistema electoral y de representación, régimen de partidos, etc.) y del sistema económico serían necesarias para avanzar hacia la democracia integral? ¿Exigirían tales reformas un cambio en el núcleo de las Constituciones actualmente vigentes en las áreas americana y europea y en el Derecho internacional universal?

MB: La democracia integral no vendrá del Estado ni del mercado, sino que podrá resultar de un amplio movimiento social (económico, político y cultural) promovido por ONGs y que tardará decenios o siglos. Por ejemplo, las cooperativas serán, ya empresas como la ideada por los creadores de Mondragón y los que transformaron a empresas privadas en quiebra en empresas viables. En otras palabras, el paso de las empresas estatales y privadas a las cooperativas será gradual y tendrá que evitar el gigantismo, ya que el autogobierno es prácticamente imposible cuando la organización es multitudinaria.

GE: ¿Considera que la propiedad privada, reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos, debe seguir considerándose un derecho humano? ¿Cree que sería necesaria una nueva Declaración Universal de Derechos Humanos?

MB: La propiedad privada de la vivienda y de los enseres necesarios para vivir con comodidad y sin angustias debiera seguir siendo considerada un derecho humano. Pero de hecho, este derecho sólo se ejerce en las democracias escandinavas, que han limitado los privilegios de las grandes empresas. En los demás países las desigualdades de ingreso hacen que menos del 1% disponga de lo necesario para vivir con comodidad. El índice de Gini no debiera pasar de 0,20. Si se prefiere, el ingreso del patrón o gerente debiera ser a lo sumo 5 veces el de su secretaria. Nada de eso requiere reformas constitucionales drásticas, menos aún cambios en la Declaración Universal de Derechos Humanos, salvo en lo que respecta a la protección del ambiente y la prohibición de poseer armas de fuego, que no figuran en ese documento admirable, que en lo esencial ha quedado en el papel. Algo parecido sucede con el Derecho internacional: hay que cumplirlo además de enseñarlo. Pero esto no ocurrirá mientras no se prohíban efectivamente la agresión militar ni las armas con las que se perpetra.

GE: ¿Cree que la democracia directa y sus formas tradicionales (referéndum, iniciativa legislativa popular, etc.) pueden ser útiles para avanzar hacia la democracia integral?

MB: La democracia directa sólo funciona en grupos pequeños, que caben en un gran salón o en un pequeño valle de montaña. En grupos grandes, desde ciudades hasta naciones, habrá que practicar la democracia escalonada o arborizada, parecida a la cadena de mando del ejército romano antiguo (decuriones – centuriones, etc.) o a la que ya se podría practicar en la actualidad de no mediar la corrupción política (ayuntamientos – parlamentos provinciales – parlamentos regionales – etc.)

GE: ¿Cuál es la relación entre la democracia integral y la llamada democracia líquida? ¿Cree que Internet puede ser un medio útil para avanzar hacia la democracia integral?

MB: Confieso ignorar lo que Vd. llama «democracia liquida». En cuanto a Internet, será bien usado o mal usado como se viene usando la palabra impresa. En ambos casos hay que evitar el monopolio del medio de comunicación, porque reduce el derecho a la expresión de la opinión.

GE: ¿Qué opina de la llamada democracia deliberativa? ¿Qué educación necesitamos para profundizar en la democracia? ¿Están cumpliendo los medios de comunicación un papel útil en esta profundización? En caso necesario, ¿cómo y por quién podrían reformarse los sistemas educativo y de la comunicación?

MB: La democracia deliberativa, elogiada por Habermas, ha existido desde la Grecia antigua, pero no remplaza a la democracia política que venimos practicando, a menos que se crea, con Levi-Strauss y sus discípulos, que la sociedad es una lengua. La deliberación precede a la acción, y ésta requiere líderes bien informados, competentes y honestos. Lo que hay que hacer es que la deliberación sea informada por las ciencias y técnicas sociales, en lugar de ser distorsionada y monopolizada por oradores que defienden intereses particulares. Más competencia, menos elocuencia, y nada de cabildeos. (En Washington hay un registro oficial en que se han anotado 4.500 «lobbyists», c/u de los cuales representa a grandes compañías o sectores económicos, cuya función no es precisamente sostener la democracia sino la plutocracia. Habría que criminalizar esa profesión enemiga de lo que solía llamarse el interés general.)

GB: ¿Cree que el movimiento social español llamado 15-M ha sido útil en el camino hacia la democracia integral? ¿Encuentra en alguno de los recientes movimientos sociales (primaveras árabes, Ucrania, Venezuela, Siria, etc.), críticos contra el poder político, experiencias útiles a favor de la democracia integral? ¿Se trata realmente de movimientos ciudadanos o advierte en ellos la influencia de poderes ideológicos o económicos?

MB: No estoy bien informado, pero creo que la mera protesta, como la del 15-M, no es sino una válvula de escape. En cuanto al movimiento opositor venezolano, creo que favorece a los ricos (y blancos) a costas de los pobres (y de piel oscura). En las últimas elecciones municipales los chavistas ganaron en buena ley el 75% de los ayuntamientos. Los antichavistas hacen más que protestar: también arman desórdenes, han matado, y tienen el apoyo del ala derechista del partido único norteamericano, al que le alarma que por primera vez desde 1810 América Latina, con la única excepción de Panamá, se haya unido contra el imperio. Está empezando a cumplir el sueño de Simón Bolívar, que es la pesadilla de Condoleezza Rice y Sarah Palin.

IMG-20140428-WA0002 1

 

 

FUENTE: Programa Regional de Apoyo a las Defensorías del Pueblo en Iberoamérica (PRADPI)