EL SALVADOR: Pronunciamiento del Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos en el XXIII Aniversario de la Firma de los Acuerdos de Paz

El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos saluda atentamente y da la bienvenida al Secretario General de las Naciones Unidas, señor Ban Ki-Moon, en ocasión de su visita a El Salvador para la conmemoración del XXIII Aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, en los cuales la Organización de las Naciones Unidas, ONU, desempeñó un rol imprescindible en el acompañamiento, mediación y verificación del cumplimiento de los compromisos adquiridos.

El 16 de enero de cada año El Salvador conmemora uno de los hechos más significativos de su historia contemporánea: la finalización del conflicto armado, a través de compromisos específicos contenidos en los Acuerdos de Paz, acción que fue posible bajo el auspicio de la ONU, con el decidido apoyo de la comunidad internacional.

Desde sus inicios, el proceso de negociación tuvo como principal característica su vinculación con el respeto y la garantía de los derechos humanos. De hecho, los cuatro objetivos centrales del proceso de paz definían este rumbo: el cese del enfrentamiento armado, la democratización del país, el respeto irrestricto de los derechos humanos y la reunificación de la sociedad salvadoreña.

Sin duda alguna, la reforma institucional realizada a partir de 1992 significó una verdadera ruptura con el pasado autoritario y represivo que caracterizó a El Salvador durante décadas, originando además el fortalecimiento del equilibrio entre los distintos poderes públicos. Las reformas constitucionales y del marco jurídico interno vigentes hasta hoy, la ratificación de importantes tratados de derechos humanos, la reforma de la Fuerza Armada y la creación de la Policía Nacional Civil y de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, han sido una demostración que El Salvador tiene la capacidad de avanzar, por esfuerzos de consenso, en la construcción de la paz y la democracia.

No obstante, es ineludible advertir que muchos de los Acuerdos de Paz orientados a la democratización del país no fueron cumplidos. Entre ellos, lamentablemente destacan la instauración de la impunidad ante las graves violaciones a los derechos humanos y la discriminación de las víctimas de crímenes atroces cometidos durante el conflicto; también la falta de voluntad para impulsar una reforma efectiva del sistema judicial y el prematuro cierre del Foro de Concertación Económico y Social.

El Procurador destaca, sin embargo, que El Salvador de los últimos años ha observado esfuerzos positivos desde el Estado, en orden a retomar el espíritu original de los Acuerdos de Paz. Concretamente, se han producido avances positivos en la adopción de normativas, políticas públicas y creación de institucionalidad que contribuye a garantizar el cumplimiento de las obligaciones estatales en relación a la inclusión social, la igualdad y la protección de grupos específicos como la niñez y adolescencia, y las mujeres, entre otros. La lucha de la sociedad civil por conquistar estos avances, se ha convertido en un factor indispensable para que los mismos se produjesen.

Tales esfuerzos positivos, lamentablemente, se han visto superados por la dimensión de grandes problemas nacionales complejos, los cuales se desarrollaron desde la era de la post guerra, entre ellos la violencia delictiva, la migración masiva y la continuidad de las grandes brechas de la desigualdad social y económica. A estos males, debemos sumar la todavía persistente condición de vulnerabilidad que siguen enfrentando diversas poblaciones, tales como las mujeres, niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia; las personas con discapacidad; los pueblos originarios; la población LGTBI y las personas adultas mayores, entre otras.

El XXIII Aniversario es propicio para reflexionar en torno a la necesidad de saldar la deuda histórica con el proceso de paz, pero también renovar el esfuerzo común por la construcción de diálogos y nuevas búsquedas de consensos entre el Estado y la sociedad, a fin de superar en unidad los grandes problemas nacionales.

El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos estima impostergable un mayor esfuerzo por superar la impunidad de los crímenes acaecidos durante el conflicto armado interno y la reparación integral de las víctimas sobrevivientes. Asimismo, es necesario retomar la agenda de la reforma judicial, pactada en los Acuerdos de Paz pero abandonada en los años subsiguientes. Esta reforma del sistema de justicia es, además, una necesidad ineludible para superar la impunidad del presente, prevaleciente ante el doloroso fenómeno de la violencia delictiva.

Igualmente es imperativo profundizar y ampliar la inversión pública en la salud y la educación; avanzar hacia políticas más efectivas e integrales en materia de seguridad ciudadana; fortalecer los programas sociales y adoptar medidas adecuadas para el progreso de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la población salvadoreña, atendiendo de manera particular a las personas que se encuentran en condiciones de pobreza, desigualdad y exclusión social, especialmente a los grupos sociales en situación de mayor vulnerabilidad. Para ello es necesario, como ha destacado esta Procuraduría, avanzar hacia una reforma fiscal integral, que garantice el incremento de la disponibilidad de recursos que estas transformaciones democráticas requieren.

El encuentro de consensos actuales de alta relevancia, como el Pacto de Diálogo entre los Partidos Políticos Representados en la Asamblea Legislativa y el Plan El Salvador Seguro, este último surgido a propuesta de un plural Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia, devuelven esperanza en el marco de las graves dificultades que enfrentamos como nación. Agradecemos la facilitación, nuevamente histórica, de la Organización de las Naciones Unidas en este proceso, al igual que el de otras instancias internacionales solidarias como la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea.

El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, en el marco del XXIII Aniversario de los Acuerdos de Paz, hace un llamado a la unidad y al diálogo nacional, para continuar en la construcción de nuevos acuerdos de gran trascendencia, los cuales deben sostener el enfoque del respeto y garantía de los derechos humanos que predominó en las negociaciones de paz, culminadas el 16 de enero de 1992.

San Salvador, 16 de enero de 2015

Licenciado David Ernesto Morales Cruz
Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos

 

FUENTE: Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de la República de El Salvador