La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, asegura en una entrevista concedida a ABC que la foto que los ex presos de ETA se hicieron en el acto del 4 de enero en Durango, así como la propia reunión, «son una exaltación de los terroristas» que «hiere a las víctimas» y «revive su dolor».
La Institución ha recibido cartas de víctimas del terrorismo que se sienten solas e impotentes. Por ejemplo, en una de las misivas recibidas, una víctima aseguraba: «No te puedes imaginar la indignación y el dolor que esto produce; estamos mis hijos y yo hechos polvo; nos sentimos solos y con la sensación de no importarle a nadie ,ni a la justicia ni a los Partidos políticos. Esta situación lo que está haciendo es, ante la impotencia, una necesidad de venganza que nunca habíamos tenido y eso es muy doloroso».
Respecto de la petición de información realizada al Gobierno sobre la forma en que se ha aplicado la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que deroga la doctrina Parot, la Defensora del Pueblo considera que es un asunto «grave y de enorme trascendencia que a mí, personalmente, me ha conmovido. No es, como he escuchado, que iniciemos una investigación. Es una actuación de oficio».
Soledad Becerril se pregunta si la sentencia «podría haberse ejecutado caso por caso, haberse aplicado de otra manera, puesto que esta no es una sentencia «piloto» que deba aplicarse de un modo mimético a todas las personas que estaban aproximadamente en una situación similar a la persona recurrente, Inés del Río».
Finalmente, la Defensora del Pueblo opina que, en este asunto, debe haber «vencedores y vencidos», y señala que «el final de esta banda» debe ser la «entrega de las armas y su disolución».
FUENTE: Defensor del Pueblo de España