Conciudadanos, hoy celebramos con júbilo el Día Internacional de la Paz haciendo un llamado a la renovación de una libertad y una justicia que vigoricen el imperio de la paz.
En las primeras líneas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se armonizan las nociones de «libertad, justicia y paz», bajo el fundamento y pleno reconocimiento de la «dignidad» del ser humano, así como de los «derechos iguales e inalienables» de todos los miembros de la familia humana. El fortalecimiento de esa armonía, pavimenta el camino hacia la paz y esa es tarea impostergable de todas y de todos.
Para que reine el imperio de la paz en el mundo, la libertad y la justicia deben ser respetadas, y las amenazas de opresión no nos deben desviar de ese propósito.
La dignidad del ser humano sigue siendo hoy lastimada y oprimida en el mundo, cuando existen tantas víctimas de la pobreza, de la intolerancia, de la guerra, de la discriminación, así como toda una serie de lacerantes y perniciosas prácticas que no nos conducen a otro desenlace que no sea el de la violencia. Hagamos un alto hoy, rindiendo un tributo a la paz, deponiendo actitudes y conductas que llevan aparejados actos de violencia.
La Defensoría del Pueblo invita a todas y todos para que hoy, 21 de septiembre del presente, renovemos en un mancomunado esfuerzo, nuestra vocación por una paz, que siempre será el fruto de la justicia.
FUENTE: La Defensoría del Pueblo de Panamá