El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), reveló hoy que cerca del 50% de las muertes violentas que se cometieron en Honduras, entre el 2008 y junio de 2010, se registró en la región norte del país.
El titular del organismo humanitario, Ramón Custodio, declaró que la criminalidad es un fenómeno que se manifiesta en todas las regiones de Honduras, pero que las cifras más elevadas, se registran en las zonas urbanas tanto de la región norte como central del país.
Ante esta situación, el Ombudsman hondureño recomendó definir como una prioridad nacional el derecho a la seguridad pública, plasmándola en una política de Estado, coherente y participativa, que contenga un plan general de lucha contra la inseguridad.
En el diseño de esta política de Estado, dijo Custodio, deben participar tanto las instituciones del Estado, como las organizaciones de la sociedad civil.
Agregó que el problema se debe enfocar de manera integral, con una perspectiva de derechos humanos, considerando las condiciones socioeconómicas como la pobreza y culturales como la carencia de valores y principios democráticos
El defensor de los derechos humanos argumentó que de las 12,667 muertes violentas que se registraron del 2008 a junio de 2010, al menos 5,649 (45%) se cometieron en la región norte.
De acuerdo a las cifras reveladas, en el departamento de Cortés se registraron 3921 muertes violentas; 1,105 en Atlántida; 564 en Colón, y 59 en Islas de la Bahía. Agregó que otra región que experimenta un alto porcentaje de muertes violentas es la central con 2,865 víctimas, de las cuales el 2,177 (76%) se registraron en Francisco Morazán; 587 (20.48%) en Comayagua y 101 en la Paz.
En lo que respecta a la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes, Honduras experimentó en los últimos años un incremento acelerado de la tasa nacional, para el caso, de 37 que era en el 2005 aumentó a 66.8, en el 2009.
Entre el 2005 y el 2009, de los 18 departamentos del país, únicamente Atlántida y Cortés de la región norte y Copán de la región occidental han mantenido una tasa de muertes violentas, por encima de la nacional. El departamento de Copán, para el caso, registró en el 2005 y el 2006 la tasa de homicidios, por cada 100,000 habitantes, más alta del país con 66.5 y 71.7 respectivamente y para el 2009 la tasa aumentó a 79.8.
En el caso del departamento de Atlántida, en el 2005 la tasa de homicidios fue de 38.9, en el 2006 ascendió a 66.3, aumentó a 108.4 en el 2008 y cerró el 2009 con una tasa de 106.1, cifras que lo ubican como uno de los departamentos más violentos del país.
Otro de los departamentos que se ha mantenido por encima de la tasa nacional es Cortés, que registró en el 2005 una tasa de 61.5 homicidios por cada 100,000 habitantes y concluyó el 2009, con una tasa de 111.2, que se constituyó en la más alta a nivel de los departamentos del país en los últimos cinco años.
Custodio destacó que así como hay departamentos donde se concentra un alto porcentaje de muertes violentas también hay municipios críticos en el país. Mencionó para el caso que entre el 2008 y el 2009, el departamento que registró el mayor número de muertes violentas fue Cortés con 3,072, de las cuales el 79% fueron cometidos en tres municipios: San Pedro Sula 1,706 (56%); Choloma, 429 (14%) y Puerto Cortés con 283 (9%), el 21% restante en los otros nueve municipios.
Añadió que en el central departamento de Francisco Morazán se cometieron, en el mismo período, 1,635 muertes violentas de las cuales 1,477 (90%) se registraron en el municipio del Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela) mientras que 158 (10%) en los 27 municipios restantes.
El Comisionado de los Derechos Humanos externó su preocupación porque en los primeros seis meses del 2010 la tasa parcial por cada 100,000 habitantes fue 36.4 y de continuar con la misma tendencia al final del 2010 se estaría alcanzando una tasa de 72.8, con lo cual se estaría superando 8.27 veces más la tasa mundial establecida en 8.8.
Custodio reiteró su llamado para elaborar, en el país, una política integral de seguridad, considerando todos los elementos que afectan la cadena de sanción del delito.
Mencionó, entre otros, la definición de los delitos y las penas a través de la acción legislativa, la investigación criminal a través de la policía de investigación, la persecución penal a través del Ministerio Público, la impartición de justicia a través de la función jurisdiccional, la reclusión del reo, la rehabilitación y reinserción social a través de los establecimientos penitenciarios.
En su criterio, endurecer las penas o modificar los tipos penales es un esfuerzo sumamente aislado y casi primario en la lucha por encontrar un modelo justo de retribución social por la inseguridad que genera la delincuencia. En el primer semestre del 2010, en Honduras se registró la muerte violenta de 2929 personas, de las cuales el 86% fueron victimas de las armas de fuego.
El 70% de las muertes violentas que se cometieron en el país, en los primeros seis meses del 2010, se registraron en cinco departamentos: Cortés, 849 (29%); Francisco Morazán, 542 (19%); Atlántida, 253 (9%); Yoro, 218 (7%) y Olancho, 184 (6%).
FUENTE: CONADEH, Honduras.