BOLIVIA: El Defensor advierte que casos como el de Llallagua pueden repetirse en otras poblaciones por incremento de la violencia contra la niñez y adolescencia

Luego de recibir el reporte de la gestión realizada que permitió tranquilizar los ánimos de la población de Llallagua, tras dos días de movilización violenta, el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, advirtió que “la reacción de los pobladores y los hechos como los acontecidos en esa población pueden repetirse en varias ciudades del país donde la violencia contra niñas, niños y adolescentes se sucede con frecuencia y la impunidad es una afrenta al dolor y la consternación ciudadana”.

Villena se refirió a la violenta movilización en la población potosina, luego que se conoció al responsable confeso de la captura por varios días, la violación y el asesinato de la menor, señalando que este hecho es una muestra más de que la violencia contra niños, niñas y adolescentes es una constante que está en aumento en el país sin que hasta ahora las autoridades y las instituciones responsables de velar por la niñez y adolescencia hayan realizado acciones concretas para frenar esta situación.

El caso de Llallagua, afirmó, desgraciadamente se repite todos los días en distintos lugares del país, situación que se difunde a diario en medios de comunicación, lo cuales entre enero y abril de 2015 reportaron al menos 13 asesinatos de niñas, niños y adolescentes, además de 133 denuncias de violencia sexual, de las cuales 81 son adolescentes de entre 12 y 17 años, 35 son niñas y niños entre 6 y 11 años e incluso 9, son niñas entre 0 y 5 años. De todas las víctimas reportadas, el 99% son niñas o adolescentes mujeres.

Según los mismos datos, en la gestión 2014 se conocieron públicamente al menos 73 infanticidios, de éstos, 60 corresponden a muertes de infantes de 0 a 5 años; y 13 casos corresponden a menores entre 6 y 13 años y 326 casos de violencia sexual, de los cuales 141 corresponden a menores de entre 0 a 12 años; y 185 a adolescentes entre 13 y 17 años. En 2013, la FELCV recibió 341 denuncias de violaciones a niñas entre 0 y 12 años y 940 a adolescentes de 12 a 17. Quiero recordar que un estudio mencionado por la Misión Justicia en Bolivia, señala que sólo el 5% de los casos de violencia sexual se denuncia y que tan sólo el 0,5% concluye en sentencia y apenas el 0,2% de las víctimas recibe terapia especializada y apoyo psicológico.

“Nuestro propio sistema de recepción de denuncias en la Defensoría del Pueblo, ha mostrado un incremento en la gestión 2014 de denuncias donde las víctimas resultan niñas, niños y adolescentes, de 732 recibidos en 2013 a más de 2.200 en la gestión 2014. Del total recibido más de 500 son denuncias contra la integridad, es decir aquellas que tienen que ver con la violencia”, informó.

“Los datos que nos muestran la gravedad de la situación son públicos y difundidos en los medios de comunicación de manera recurrente, por lo que las autoridades no pueden alegar desconocimiento. Pero tampoco pueden justificarse en ausencia de normativa ya que en Bolivia, la niñez y la adolescencia es la población más protegida en sus derechos por leyes, decretos, convenciones y declaraciones. Lo único que puede señalarse en la responsabilidad de protección es la falta de voluntad y capacidad de las instancias estatales, tanto nacionales como departamentales y municipales para trabajar en el cumplimiento de sus obligaciones”, insistió.

Prueba de ello, según dijo, es que ni si quiera haya Defensorías de la Niñez en todos los municipios o que la mayoría de éstas no tengan las condiciones mínimas en cuanto a personal especializado, recursos o la infraestructura y equipos elementales para funcionar adecuadamente o que los presupuestos destinados a la protección y prevención de la violencia contra la niñez y la adolescencia sean tan exiguos que ni siquiera alcancen para cubrir los gastos operativos elementales.

Según el Defensor, “esta situación viene repitiéndose cada año con la misma saña, salvajismo e impiedad, y se ve alimentada por una impunidad recurrente y la desidia culpable de las instituciones y las autoridades responsables de velar por la protección y el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, establecidos en la Constitución Política y en un sinnúmero de leyes que a la luz de la situación han sido convertidas en simples declaraciones de buenos deseos y en discursos políticos de circunstancia, que aportan a sostener una sociedad adulto centrista y patriarcal que no se conmueve ni reacciona frente a esta situación y a un Estado que carece de la sensibilidad, la voluntad y la capacidad para enfrentarla”.

El comunicado finaliza exigiendo a las autoridades nacionales y locales que se suscriba un acuerdo nacional por los derechos humanos, “iniciando la agenda con el tratamiento y el análisis de la situación de violencia que sufren las niñas, niños y adolescentes y a la sociedad le demandamos declararse vigilante para que el Estado, en sus diferentes niveles asuma estas acciones y garantice el derecho de las niñas, niños y adolescentes a una vida sin violencia”.

Desde el inicio del conflicto, la Oficina Defensorial de Llallagua promovió la tranquilidad y el diálogo y se hizo presente en los espacios de negociación, primero con los fiscales y luego con viceministros que finalmente lograron la pacificación de la ciudad. De acuerdo al Defensor del Pueblo se ha instruido a la Mesa Defensorial realizar el seguimiento para prevenir un rebrote de la violencia y a la unidad de Niñez y Adolescencia, que realice el seguimiento al proceso de investigación. 

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FUENTE: Defensoría del Pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia