Según la Defensora, la falta de empleos dignos para poder sustentar la canasta básica y los altos índices de violencia que presenta el país, son las causas más comunes por la cual muchas personas toman la decisión de emprender el largo viaje, a través de las fronteras, en busca de alcanzar mejores condiciones de vida. Fenómeno que actualmente afecta a la población más joven de los países centroamericanos.
«Todo ser humano tiene el derecho a migrar», fueron las palabras de la titular de la Defensoría de la Población Desarraigada y Migrante de la institución del Procurador de los Derechos Humanos, Flora Reynosa, ante los medios de difusión social, al preguntarle sobre los casos de deportación que realizará Estados Unidos, especialmente de los niños centroamericanos que llegan a la frontera de dicho país.
Tal es el caso del niño Gilberto Francisco Ramos Juárez, de tan solo 11 años de edad, originario de Chiantla, Huehuetenango, quien en busca del famoso sueño americano se perdió en el desierto de Texas, situación por la cual murió, dejando en claro las consecuencias y peligros de la migración de menores de edad que viajan solos o con coyotes hacia Estados Unidos.
Reynosa expresó que en una sociedad en la que los niños guatemaltecos laboran en el campo a partir de los 5 años, y que desde temprana edad ya saben de obligaciones y trabajo, los hace tomar decisiones que como niñas, niños y adolescentes no les debería corresponder.
«En las entrevistas que les hemos hecho a los menores de edad se les pregunta si volverán a irse y ellos responden que talvez si porque tuvieron, entre comillas, la suerte de llegar hasta la frontera, pero durante el transcurso del viaje desde México hacia Estados Unidos sufren una serie de violaciones a sus derechos fundamentales».
Asimismo, añadió que la Magistratura de Conciencia jugó un papel importante en el caso del niño antes mencionado, ya que recibió la denuncia, y al momento se contactó con la familia y se les brindará el apoyo necesario y la atención psicosocial. También hizo un llamado al Ministerio de Relaciones Exteriores para que los consulados incidan más en el tema, ante el Organismo Ejecutivo y Legislativo, y para que se creen proyectos en beneficio de niñas, niños y adolescentes.
FUENTE: Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala