“Cuando un niño o niña trabaja para ayudar al sustento del hogar está siendo afectado en su autoestima y desarrollo integral, restándole así la oportunidad de estudiar y recrearse, tal como debería de ser”, así lo indicó Evelyn Pivaral de la Unidad para la Prevención del Maltrato de la institución del Procurador de los Derechos Humanos, durante una entrevista concedida a un canal de televisión local, el 11 de septiembre.
En términos generales –dijo Pivaral– la explotación infantil es la utilización, para fines económicos, de menores de edad por parte de adultos y que afecta, como consecuencia, el desarrollo emocional de estos, así como el disfrute de los derechos que les asisten, de ahí la importancia de denunciar para erradicarlo en todas sus formas.
Asimismo, dijo que muchas veces en la calle regalamos una moneda a los niños que piden limosna en los semáforos, y bajo el argumento de “pobrecitos” se las damos, pero ahí solo estamos contribuyendo a que este flagelo no desaparezca. Por otro lado, está la situación de los padres que obligan a sus hijos a llevar a casa una cuota diaria de dinero o bien aquellos progenitores que alquilan a sus hijos para que otros adultos los exploten laboralmente, incurriendo así en el delito de trata de personas. Por lo que es necesario que las autoridades de Gobierno implementen verdaderas políticas públicas que eliminen esta práctica.
Finalmente, la delegada de la Magistratura de Conciencia resaltó la importancia de que la población denuncie estos casos ante el Procurador de los Derechos Humanos llamando al 1555, la línea es gratuita y pueden hacerlo en forma anónima, inclusive.
Fuente: Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala