El sentido de pertenencia al hogar, escuela o un grupo de personas, marca la diferencia en el futuro de un joven ante los riesgos latentes en la sociedad, afirmó Jesús Alarcón Jiménez, adscrito a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
Tras reconocer que los adolescentes tienen un buen futuro por delante, enfatizó que cada individuo es quien decide correr riesgos en la vida, mismos que pueden marcar la diferencia en su porvenir.
Lo importante, dijo, es fomentar un sentido de pertenencia al hogar, escuela o un grupo, ya que cuando no es así, los jóvenes se van a refugiar en adicciones, malas compañías o tribus urbanas que no aportan algo de provecho a la sociedad.
Para ello, Alarcón Jiménez destacó que los adultos, las instituciones y la gente pueden transmitir al adolescente con su experiencia, un panorama amplio de la vida y con ello, ayudarle en la toma de sus decisiones, recordándole que cada una que tomen tendrá una consecuencia que deben afrontar.
«Tienen que crear un sentido de pertenencia, fomentarles una buena comunicación, actividades educativas, artísticas y culturales e impulsar la fijación de metas, pues es importante para la formación de la juventud».
Igual de importante, añadió, es inculcar educación, valores y respeto de los derechos humanos, ya que estos elementos pueden cambiar el rumbo de los jóvenes, y es en la casa donde inicia, pues hay padres se centran en la teoría pero no en la práctica, por lo que es necesario que vean una actuación coherente en los adultos y autoridades.
«Con buenos cimientos, los padres van a tomar mejores decisiones y los jóvenes van a tener menos problemas», expresó.
El funcionario de la Defensoría de Habitantes no dejó de lado la importancia de una buena autoestima, ya que «empezar aceptándonos como somos y fijándonos metas, nos va a permitir levantarnos cada mañana con un sentido a la vida», finalizó.
FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México