La Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, formuló hoy un llamado a las autoridades así como a los padres y otros miembros de la familia, a comprometerse a velar ahora por los derechos de los niños y adolescentes de nuestro país porque solo ello pondrá de manifiesto el real compromiso con el desarrollo de este sector de nuestra población.
“Señores y señoras, ustedes que son padres, madres, tíos, tías, abuelos, abuelas, sientan por un momento que cada niño o niña de este país es su propio hijo o hija y comprométanse con ellos y ellas como si lo fueran. La historia nos pedirá cuentas.”, dijo la Defensora del Pueblo durante el discurso ofrecido en el marco de la marcha: “Por la salud de niñas, niños y adolescentes y contra toda forma de violencia hacia ellos”, llevada a cabo esta mañana.
Tras recorrer la venida de la Peruanidad, encabezando la representación de la Defensoría del Pueblo, Merino dijo que estar presente en esta marcha es una obligación que me convoca más allá de mi responsabilidad como Defensora del Pueblo. “Es una responsabilidad moral, pues como lo he manifestado en reiteradas oportunidades, los niños no son el futuro, son el presente y es ahora cuando a nosotras las personas adultas nos toca no sólo cumplir con nuestro trabajo sino comprometer nuestras convicciones y todo nuestro esfuerzo para garantizar que sus derechos a la vida, a la educación, a la salud, a la no violencia no sean sólo lindos postulados, sino realidades concretas”, acotó.
Agregó que la marcha de esta mañana es una invitación a la reflexión, “¿ Por qué resulta necesario realizar actividades de esta naturaleza para recordarles a los padres y madres de familia, a los profesores y profesoras, a las autoridades y a toda la ciudadanía que los niños , las niñas y adolescentes no son objetos, son personas como todos nosotros que no pueden seguir siendo víctimas de tanta violencia ?”, dijo.
Merino dijo que, es momento de actuar, de canalizar todos nuestros esfuerzos para acabar con todas las formas de violencia pues de lo contrario seguiremos fomentando aquel círculo vicioso que lleva a las personas adultas a repetir conductas aprendidas y entonces, los niños, niñas y adolescentes de hoy, serán los padres, madres, profesores y ciudadanos y ciudadanas del mañana que no respetaran los derechos de sus propios hijos e hijas al no haber aprendido otra forma de relacionarse.
FUENTE: Defensoría del Pueblo del Perú.