Como cada 4 de septiembre, celebramos en Argentina el Día del inmigrante. Es interesante considerar la elección de esta fecha por parte del General Perón en 1949, ya que hace referencia a una disposición dictada por el Primer Triunvirato, en el año 1812, que ofreciera «inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio».
A más de 200 años de esta disposición, desde la Defensoría del pueblo de la provincia de Buenos Aires consideramos que nuestra nación se ha constituido, esencialmente, de la multiculturalidad producto de las migraciones. Pueblos de diversas partes del mundo que han traído saberes, que han construido nuestras ciudades y nuestras instituciones, que trabajaron y cuidaron nuestra tierra.
Los flujos migratorios no son sólo pasado. Es importante recordar y reflexionar acerca de nuestra historia, justamente para ver que el lugar en el que se posiciona hoy la Argentina con su Ley 25.871 de Migraciones, sancionada en el año 2003, una ley de vanguardia sin precedentes en el mundo, forma parte de un recorrido de políticas de integración y solidaridad con los pueblos que entendemos debe ser celebrada.
Los flujos migratorios internos entre nuestras naciones presentan muchos desafíos, principalmente en la vulneración de los derechos humanos de mujeres y niños migrantes. Los núcleos de pobreza dan como resultado grupos de alta vulnerabilidad, y hoy los y las migrantes se encuentran en esta situación.
En el día de hoy, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando en la defensa y promoción de los derechos humanos, para todos y todas. Como dice el artículo primero de nuestra Ley de Migrantes: «El derecho a la migración es esencial e inalienable de la persona y la República Argentina lo garantiza sobre la base de los principios de igualdad y universalidad.»
Es por esto que debemos seguir trabajando para que verdaderamente nuestra tradición de respeto a la diversidad cultural y voluntad de inclusión sea efectiva, fuertemente atravesada por los derechos humanos y la solidaridad y hermandad de los pueblos.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires