Santiago Corcuera Cabezut, miembro del Comité sobre Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas, en el marco de la presentación del documental «Serpientes y escaleras, desaparecidos» mencionó que la migración «es un problema transnacional, un problema particularmente mesoamericano que hay que enfrentar».
El ex Consejero de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) aplaudió la posibilidad de que la Comisión Ejecutiva de la Ley de Víctimas sea integrada por personas independientes aunque hay que esperar unos años para ver resultados, «parece que el problema es tan gordo, que para que se empiece a notar el adelgazamiento va a tener que pasar mucho tiempo».
Dedicó unas palabras a los familiares de las personas desaparecidas pues, explicó, son ellos los que investigan por cuenta propia y su dedicación es admirable; «los verdaderos héroes son la sociedad civil organizada, las madres de los desaparecidos».
Recordó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuenta con una Convención para la Protección de todos los trabajadores migratorios y sus familiares, la cual es muy clara con la protección que deben tener estas personas «merecen la protección del Estado, bajo la jurisdicción sobre la que se hallen desde el momento en el que comienzan el trayecto».
Del documental mencionó que muestra un compromiso hacia la objetividad de una realidad que es pavorosa, que es desgarradora y nunca pensamos que se fuera a generar una realidad de tal magnitud, que se puede catalogar sin temor a exagerar como una verdadera tragedia humanitaria.
Integrantes de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho reconocieron que la situación que viven los familiares de las personas desaparecidas es una tortura, pues no conocen la situación de los que se fueron; «creemos que el trabajo más riesgoso, más delicado y más encomiable es el que diario hacen los familiares de los migrantes desaparecidos».
Resaltaron que quienes le dan la fortaleza a la Fundación para seguir adelante son los comités de familiares de migrantes desaparecidos, pues se enfrentan a diversos problemas tanto en México como en sus países de origen; «las personas que viven en Centroamérica no tienen acceso a la justicia en México, no pueden acceder a una investigación, a la denuncia, ni siquiera en sus países de origen, porque tienen miedo, porque no conocen, porque están lejos».
El llamado que hizo la Fundación es seguir denunciando estas violaciones a derechos humanos con la finalidad de que la problemática sea mas visible para toda la sociedad, ya que la «migración es un drama en todo el mundo».
Los directores de la obra, Keisdo Shimabukuro; Luis Ernesto Nava y Omar Iturbe, mencionaron que este es sólo el primero de una serie de cuatro documentales que tienen planeados pues a «Serpientes y Escaleras, desaparecidos» se le unirán un documental sobre la trata de personas mediante la migración, uno más sobre niños migrantes y el cuarto tocará el tema de la migración como negocio.
Mencionaron que para realizar el documental «Serpientes y Escaleras, desaparecidos» convivieron con las familias entrevistadas incluso ayudándoles a varias tareas como hacer la comida y poco a poco se ganaron la confianza de los entrevistados del filme y el único problema que tuvieron fue con diversas autoridades del país pues no les quisieron conceder entrevistas para el contenido del documental.
El filme aborda el tema de las desapariciones forzadas de las personas migrantes así como el peregrinar que realizan las familias de las personas que salieron de casa y no se ha sabido nada de ellos.
La proyección del documental se dio en la Sala 8 de la Cineteca Nacional, la cual registró lleno, volverá a presentarse el próximo 6 de octubre en el mismo recinto dentro del marco del DHfest, 6° Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de México.
FUENTE: Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal de México