Esta semana se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, aprobado hace 39 años mediante la Resolución XXVII del 15 de diciembre de 1972, emitida por la Asamblea General de las Naciones Unidas y con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo, Suecia, cuyo tema central fue el ambiente.
El ambiente ha sido definido como el conjunto de elementos que interactúan entre si, dentro de los cuales se integran los organismos vivos. A su vez este fundamenta el derecho humano a un medio ambiente sano que constituye el conjunto de normas jurídicas regulatorias de relaciones de derecho público o privado, tendientes a disciplinar las conductas en orden al uso racional y conservación del medio ambiente, en cuanto a la prevención de daños al mismo, a fin de lograr el mantenimiento del equilibrio natural, lo que redundará en una optimización de la calidad de vida.
El derecho a un ambiente sano tiene su fundamentación en el artículo 11 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos Sociales y Culturales (Protocolo de San Salvador) y que es instituido en el artículo 118 de nuestra Constitución Política.
La relación entre derechos humanos y medio ambiente sano permite incorporar al entorno social principios de derecho tales como precautorio, prevención, participación ciudadana, visión integral del ambiente, aplicación de la tecnología apropiada y limpia entre otros instituidos con la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, que fortalecen la incorporación de la temática ambiental y permiten extender el marco de protección de los derechos humanos, generando soluciones concretas para mitigar o prevenir y sancionar los daños y perjuicios ambientales.
Actualmente, la relación entre la naturaleza y la sociedad organizada ha llegado a niveles de insostenibilidad. La crisis de hoy en el medio ambiente, es producto de las malas prácticas en la utilización, manejo y uso de los recursos naturales y la falta de sensibilización de los Estados en producir un cambio en el hábito de conservación de los mismos.
Como todos los años se escoge para esta fecha un tema central de promoción y para este año es “Bosques la naturaleza a su servicio”. El tema escogido refiere a que los bosques sustentan la mayor riqueza de diversidad biológica, contribuyen al desarrollo sostenible de los pueblos, erradican la pobreza y se constituyen en uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que es reducir la perdida del recurso forestal. En este sentido, el Tercer Informe de Seguimiento del Objetivos del Milenio Panamá 2009, estableció sobre este tema que nuestro país tiene una cobertura boscosa del 33,507 Km2, es decir el 43.30 % del territorio nacional esta cubierto por bosques. Sin embargo, esta cifra revela una disminución de la cobertura boscosa, toda vez para el año 2000, la cobertura era de 44.7 % del territorio nacional.
Esta pérdida de cobertura boscosa se debe principalmente a la deforestación, producto de la limitación en las actividades de seguimiento, fiscalización y control del Estado, que conlleva a una inadecuada aplicación de la normativa forestal, en perjuicios del derecho a un ambiente sano reconocido en el artículo 11 del Protocolo de San Salvador de 1988.
No obstante, es importante reconocer que nuestro país ha logrado avances significativos para garantizar el derecho humanos a una ambiente sano como las reducciones de emisiones de dióxido de carbono, consumo de sustancias que agotan la capa de ozono y de la perdida de biodiversidad, por las acciones positivas del Estado hacia el ambiente en todos los ámbitos, normativo, social, económico y cultural. Aun cuando estos logros sean significativos, la actuación del Estado frente a la situación mundial del ambiente debe estar inspirada en el bienestar social y el interés público, entendido como el uso de los elementos de la biodiversidad, para garantizar las opciones de desarrollo sostenible e integral, coadyuvando a la seguridad alimentaria, la conservación de los ecosistemas terrestres y marinos, la protección de la salud social y el mejoramiento de la calidad de vida de todos los panameños. La Defensoría del Pueblo, en atención al mandato que le ha sido conferido por la Constitución y la Ley, ha realizado una labor de promoción y divulgación del respeto a nuestro medio ambiente a través de foros, talleres o seminarios con distintos actores en el tema. De igual forma, ha realizado investigaciones que han sido publicadas en medios de comunicación debido a denuncias o quejas que vulneran el derecho a un ambiente sano y derechos conexos.
Hemos estado conscientes de los múltiples problemas de tipo social, económico y ambiental que afectan a nuestra sociedad, por lo cual resulta importante aprovechar este momento para hacer un llamado de atención al Estado de concientizarse a través de las autoridades competentes, tendiente a desarrollar programas o planes que promuevan el respeto y salvaguarda del medio ambiente.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de Panamá.